El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge tomó este jueves declaración como testigos del 'caso Rubiales' al exdirector de Integridad y vicesecretario general de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Miguel García Caba y a la jefa de prensa de la RFEF Patricia Pérez. Ésta última reconoció al magistrado presiones para que Jennifer Hermoso suscribiera el comunicado de prensa de la federación que afirmaba que el beso que recibió de Luis Rubiales fue consentido.
Presiones sobre Hermoso
Es la primera de las personas procedentes de la RFEF que hace un reconocimiento expreso de esas presiones para lograr que la deportista avalara la versión del expresidente de la RFEF sobre como se produjeron los acontecimientos.
Ambos han sido preguntados por el supuesto intento de hackeo del móvil de la jugadora y han entregados sus teléfonos al juzgado para hacer un vaciado de lo mensajes que contienen en relación con el caso investigado.
En la causa se investiga el beso que le dio el expresidente de la RFEF Luis Rubiales a la futbolista Jenni Hermoso en la final del mundial, así como unas presuntas presiones sobre la jugadora y su entorno familiar para que justificaran el beso.
Patricia Pérez aseguró al juez que se sintió presionada en su declaración ante el departamento de Integridad, dirigido por Miguel García Caba, puesto que sus superiores, incluido Rubiales estaban presentes en la reunión. También estuvieron en presentes dos de sus superiores en el departamento de Comunicación, Enrique Yunta y Pablo García Cuervo; el director de Relaciones Institucionales y adjunto al gabinete del presidente, Antonio Gómez-Reino; el jefe de gabinete de presidencia, Chema Timón, y el secretario general, Andreu Camps, ya destituido de su cargo.
En esa reunión se elaboró un comunicado en el que se incluían unas declaraciones de la jugadora en las que se calificaba el beso como un gesto "espontáneo" fruto de la "alegría" del momento. Fue la jefa de prensa de la RFEF la que enseñó el texto a Jenni Hermoso, tras hacerla bajar en solitario del autobús en el que se trasladaba a la selección. La futbolista preguntó si era obligatorio suscribir el comunicado y la Federación lo difundió.
"El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de 10 y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento. No se puede dar más vueltas a un gesto de amistad y gratitud, hemos ganado un Mundial y no vamos a desviarnos de lo importante", fueron las palabras que la RFEF atribuyó a Jenni Hermoso. El testimonio de Patricia Pérez fue usado por el departamento de Integridad de la Federación para realizar un informe interno favorable a Luis Rubiales.
Ninguno de los dos testigos citados este jueves hizo declaración alguna al concluir su comparecencia. Hasta ayer estaban también citados como testigos el director de la delección, Albert Luque, y el director del departamento de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, pero el juez instructor cambió su condición de testigos por la de investigados y trasladó su declaración al día 10 de octubre, cuando deberán acudir acompañados de abogado.
Las declaraciones de este jueves son la continuación de la ronda que comenzó el pasado 15 de septiembre con la comparecencia como imputado de Luis Rubiales, que negó todas las acusaciones que recaen en su contra por los delitos de agresión sexual y coacciones.
Esta misma semana declararon como testigos un hermano de la futbolista y una amiga, que aseguraron ante el magistrado que el beso durante la celebración de la victoria de la selección en el Mundial de Australia no fue consentido y que, en las horas y días posteriores, se sucedieron presiones para que la jugadora saliera en público a defender al expresidente.
Las siguientes en declarar ante el juez instructor de la causa serán las jugadoras de la Selección Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez. Las tres testificarán el próximo lunes 2 de octubre como testigos por videoconferencia. El 10 de octubre será el turno del ex seleccionador femenino Jorge Vilda, del director de la selección Albert Luque y del director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, los tres como investigados
Volcado de teléfonos
El hermano de Jenni Hermoso y la jefa de prensa de la selección femenina, han hecho entrega momentánea de sus teléfonos móviles en el juzgado para proceder a su volcado en relación a las presuntas coacciones a la futbolista y a su entorno para que dijera que el beso que le dio el expresidente de la RFEF Luis Rubiales fue consentido.
Antes que Patricia Pérez, ha comparecido ante el magistrado, también en calidad de testigo, el exdirector de Integridad Miguel García Caba, cesado la semana pasada. Ninguno de los dos ha querido hacer declaraciones a su salida de la Audiencia Nacional.
Tras la declaración de ambos en relación a esas supuestas coacciones a la jugadora, el juez no ha visto indicios que llevaran a cambiar su situación a la de imputados y les ha mantenido como testigos. En previsión a la posibilidad de que finalmente se les cambiara a la condición de imputados, la jefa de prensa ha acudido acompañada de un abogado.