Después de esta derrota, el Sevilla se quedó con 3 puntos en la tercera posición del grupo J, viendo cómo el Krasnodar coge el liderato en solitario con 6 puntos y enmendó un encuentro que se le había puesto muchísimo tiempo del revés tras estrellar dos remates en el travesaño.
El equipo ruso inició el duelo más entonado, merodeando constantemente el arco defendido por Tomas Vaclik. Los balones hacia su área se sucedían, aunque sin remates certeros, con una línea defensiva temblorosa por parte sevillista; mientras tanto, el colombiano Luis Muriel liberaba algo de estrés arriba, con Nolito de escudero.
Pero la pareja visitante de delanteros no cuajó más peligro en muchos minutos, en 'shock' como sus compañeros tras el zurriagazo de Pavel Mamaev al larguero en el minuto 20. Fue la primera muestra de fortuna para el conjunto andaluz, que no exhibía ni un ápice de la velocidad y el buen juego que sí había demostrado en partidos recientes como el del Real Madrid en LaLiga.
Los pupilos de Pablo Machín se desperezaron con ese lance y Éver Banega tomó las riendas, pausando el partido y ejecutando un par de faltas poco peligrosos aunque necesarios para instaurar su ritmo. Así, a la salida de un córner, Nolito emergió de nuevo como protagonista para disparar dentro del área y la pelota rebotó en Kaboré, cambiándole la trayectoria y despistando a su guardameta.
VACLIK SIGUE EN APUROS
Ese 0-1 al borde del descanso calmó a la afición local, pero su equipo no cejó en el empeño de atacar y en la segunda parte continuó poniendo en apuros a Vaclik. El foco ofensivo se centró entonces en Viktor Claesson, que en el minuto 54 remachó al travesaño una semivolea y de inmediato gozó de un mano a mano que no supo resolver frente al portero sevillista, echando el balón a las nubes.
Pero ahí se terminó la suerte de Machín y sus pupilos, que habían jugado con fuego y lo pagaron en el 72'. Mauricio Pereyra, que había entrado de refresco, culminó una bonita triangulación del Krasnodar llegando hasta la frontal del área; con una pared con Mamaev incluida, efectuó un disparo cruzado ante la inservible estirada de Vaclik.
Al técnico local le funcionaron los cambios cuando otro suplente, Tornike Okriashvili, firmó el 2-1 en los minutos concluyentes con un escorzo de bella factura. Una falta rechazada por el atareado Vaclik acabó con otro segundo rebote y a media altura el delantero georgiano hizo una media chilena que besó las mallas de la portería conrtaria. Júbilo para el valiente Krasnodar y amargura para un Sevilla rácano que se quedó sin premio final.