El futbolista del París Saint Germain (PSG) Layvin Kurzawa fue víctima este verano de un intento de chantaje con un vídeo en el que se veía al lateral internacional francés insultar al seleccionador Didier Deschamps.
La emisora "Europe 1" reveló este intento de extorsión a Kurzawa con una grabación en un teléfono móvil que se le realizó en un bar de París mientras hacía comentarios y gestos despectivos sobre Deschamps a unos amigos, y que acabó en manos de los delincuentes.
Según varias fuentes, la policía detuvo a cuatro o cinco miembros de la banda, que fueron imputados (algunos quedaron en prisión provisional) por haber intentado cobrar al jugador cerca de 200.000 euros por no filtrar el contenido del vídeo.
Una vez que se pusieron en contacto con el futbolista, éste lo denunció a la policía y un agente de la Oficina Central de Lucha contra el Crimen Organizado se hizo pasar por un intermediario para fijar una cita con los delincuentes.
El trabajo de los investigadores permitió poner en evidencia que en realidad no tenían intención de acudir a esa cita, sino que planeaban agredir al deportista a la salida de su domicilio. Por eso la policía puso un dispositivo de vigilancia en torno a su casa que permitió el arresto de los miembros de la banda.
Probablemente sale bromeando en el vídeo
"Europe 1" señaló que el futbolista probablemente estaba bromeando cuando se le tomaron esas imágenes comprometedoras, puesto que se encontraba de fiesta y en un ambiente de confianza entre amigos.
El suceso, que está en manos del Tribunal de Versalles, guarda similitudes con el escándalo que persigue a dos antiguos internacionales franceses, en particular el madridista Karim Benzema, imputado por su presunta vinculación con los autores de otro intento de chantaje con un vídeo de contenido sexual a su excompañero Mathieu Valbuena en 2015.