Según informa el organismo suizo en un comunicado, Al-Khelaifi, dueño del grupo audiovisual beIN Media, habría sido sobornado a Valcke para hacerse con los derechos televisivos de retransmisión de los Mundiales de 2026 y 2030.
En el marco de esta operación, emprendida por la Unidad de Cooperación Judicial de la Unión Europea (Eurojust), se han realizado registros en varias localizaciones de Francia, España, Grecia e Italia, entre ellas la sede en París de la cadena BeIn Sports.
Además, también ha sido acusado un "hombre de negocios del sector de los derechos deportivos" cuya identidad no ha trascendido y que también habría adulterado la venta de derechos de los Mundiales 2018 y 2022, además de los otros dos ya mencionados.
La fiscalía suiza aclara que no ha aplicado la pena preventiva a ningún involucrado y subraya que debe prevalecer la presunción de inocencia.