LaLiga ha remitido este lunes una comunicación a sus clubes sobre la situación económica del Barcelona, en la que asegura que el club ha sido sometido en igualdad de condiciones al cumplimiento de la normativa de Control Económico exigido con carácter general a todos.
El documento al que ha tenido acceso EFE aclara que el club cumple con el Reglamento de Control Económico y ofrece datos objetivos como que no constan deudas vencidas con Empleados, clubes y administraciones públicas, ni denuncias de impago a jugadores.
También que el coste de plantilla deportiva siempre ha estado dentro del límite hasta la temporada 2019-2020, salvo un exceso del 3,6% registrado en la campaña 2018-2019, que fue sancionado pese a que el resultado contable continuó siendo positivo.
El control económico entra en vigor
Según los datos de LaLiga, el conjunto azulgrana ha acumulado una generación de beneficios después de impuestos de 120 millones de euros entre la temporada 2013-2014 hasta la 2018-2019. En la primera campaña afectada por la pandemia de la covid-19, la 2019-2020, esta tendencia revierte abruptamente.
También la temporada pasada el indicador de su deuda neta (compara deuda neta frente a ingresos relevantes, incluyendo beneficio por traspaso de jugadores) sufrió un acusado deterioro, después de venir reflejando una posición mucho más favorable que la media de los clubes de LaLiga.
Las dos campañas afectadas por la crisis sanitaria (2019-2020 y 2020/2021) han conllevado un acusado descenso de la cifra de negocios respecto a la 2018/2019 (-128M € en 2019-2020 y -261M € en 2020-2021) y de los beneficios por traspasos (-10M € en 2019-2020 y -88M € en 2020-2021, respecto a la media de las anteriores 5 temporadas; descenso que alcanza -39M € y -123M € si se compara con la media de las anteriores 3 temporadas).
La plantilla azulgrana pierde valor de mercado
LaLiga sostiene que además de este impacto directo de reducción severa de los ingresos, en 2020-2021 el resultado se ha visto afectado significativamente (-283M €, casi un 60% de las pérdidas totales de -481M €) por el reflejo del deterioro de valor de mercado de la plantilla, así como por provisiones atípicas.
El efecto conjunto del impacto de la covid-19 en las operaciones de explotación, la pérdida de beneficio de traspaso de jugadores y el registro contable del deterioro y provisiones en las temporadas 2019/2020 y 2020/2021, está en torno a los 500 millones€.