"La resolución del TJUE, tiene una gran relevancia para el futuro de nuestro deporte y nos da la razón al resolver que en el actual status quo del fútbol europeo existe una situación de monopolio incompatible con el derecho europeo, como hemos sostenido durante mucho tiempo", aseguró Laporta en un mensaje grabado en vídeo que acompaña el comunicado oficial de la entidad.
La máxima instancia administrativa de la UE señaló que la UEFA y la FIFA abusaron de "posición dominante" en su actuación contra la creación de la Superliga de fútbol al amenazar con sanciones a la docena de clubes implicados en el proyecto. El presidente del FC Barcelona consideró que "a partir de ahora se abre una oportunidad histórica para tratar de solucionar algunos de los graves problemas que hoy comprometen la futura viabilidad de la gran mayoría de los clubes".
"El FC Barcelona intentará impulsar fórmulas innovadoras para mejorar las competiciones europeas actuales en un formato abierto y plenamente meritocrático, haciendo el fútbol más sostenible para los propio clubes, mucho más solidario para el fútbol modesto, más atractivo e incluso más asequible para los aficionados de todo el mundo", prometió Laporta.
El máximo responsable del FC Barcelona insistió en la voluntad de "establecer un diálogo abierto y constructivo" para que "se generen sinergias positivas entre todas las partes" con el fin de "mejorar y reformar las actuales estructuras del fútbol europeo", para lo que antes era necesario "que quedara aclarada la cuestión jurídica" como así sucedió, en su opinión, tras la resolución del TJUE.
"La posición del Barça en la cuestión de un nuevo formato de liga europea no pretende en absoluto ir en contra de la liga española ni contra las ligas nacionales en general. Al contrario, con una mejor competición europea y con más recursos para los clubes, las ligas nacionales serán más equilibradas y competidas", subrayó Laporta.
El dirigente catalán señaló que el marco actual del fútbol europeo "beneficia a aquellos clubes que pueden disponer de recursos financieros ilimitados y en ciertos casos ajenos incluso al mundo del fútbol", una realidad que perjudica a una entidad como el FC Barcelona, que "es propiedad de sus socios" y no cuenta con "otro apoyo financiero que el que pueda generar su actividad".
