El Leganés cumplió con su parte y llegará a la jornada decisiva dependiendo de sí mismo para ascender después de imponerse (2-0) a un Llagostera que confirmó su descenso a Segunda división B.
Igualados ambos en necesidad pudieron más las ganas de los locales, que desde el arranque se hicieron con el control del balón para llevar la iniciativa y evitar disgustos. Con esa dinámica era cuestión de tiempo que llegaran las ocasiones. Lo que parecía más inesperado es que en la primera los blanquiazules se pusieran por delante. Sastre peleó por un centro pasado dentro del área y dejó atrás para Gabriel. El brasileño recibió en la medialuna, se dio la vuelta y golpeó con la zurda abajo lejos del alcance del portero.
Pudo ampliar su cuenta personal poco después en una jugada que se cocinó en la derecha con un pase en profundidad de Victor Díaz, un control orientado de Sastre y una carrera de Rubén Peña. Llegó este al interior del área y asistió al segundo palo pero Gabriel remató por encima del larguero. Se enfrió entonces el choque, perdió ritmo. Minutos donde el Llagostera no enlazaba y el Leganés no amenazaba. Le puso fin al letargo Natalio con un golpeo lejano al filo del descanso que tuvo que detener Serantes en dos tiempos.
Volvió más entonado el Leganés del vestuario y plasmó esas buenas intenciones en el segundo gol. Protagonista, David Timor. El centrocampista se hizo con un rechace al borde del área y embistió con potencia hasta llegar a la línea de fondo. Una vez allí tuvo la tranquilidad para poner un centro templado al segundo palo que empujó llegando desde atrás Miramón.
Con todo a favor y el rival desmoronado hubo aún opciones de ampliar la ventaja, primero con disparos de Szymanowski y Miramón y posteriormente con un cabezazo al larguero de Mantovani. La que pudo ser una noche histórica se quedó en un paso más hacia la gloria tras los triunfos del Alavés y el Nàstic. Alcanzarla tendrá que esperar una semana más. En Anduva, feudo del Mirandés, último episodio de esta bonita historia.