Los catalanes pasaron dificultades en el inicio, pero supieron reaccionar tras el descanso y aprovecharon el juego de tú a tú del rival para firmar un tanto. La diana del futbolista chino rompió un partido sin excesivas oportunidades para ambos conjuntos.
El Celta, en cualquier caso, dispuso de las mejores ocasiones en el primer tramo del encuentro. Iago Aspas examinó los reflejos de Diego López a los ocho minutos y Santi Mina remató forzado al cuarto de hora del duelo. El cuadro gallego mandaba.
El Espanyol, por su parte, tenía problemas para imponer su dominio en el césped en el plano ofensivo: Raúl de Tomás, principal novedad del once inicial, estaba muy aislado. La inspiración de Darder no bastaba para romper las líneas del rival.
De las botas del mallorquín salió la mejor ocasión del equipo en la primera mitad, aunque su centro, tras sortear a varios defensas, no encontró rematador. Durante los compases finales de la primera mitad, los blanquiazules dieron un paso adelante, sin concretarse en el marcador.
Tras la reanudación, el Celta prescindió de Santi Mina y dio entrada a Galhardo. El Espanyol arrancó esta mitad más incisivo, aunque el Celta no se conformaba con esperar: Diego López despejó un centro de Kevin Vázquez que pudo acabar con un tanto en propia de Cabrera.
En el 65, los gallegos dispusieron de una doble ocasión de Aspas y Cervi que estuvo cerca de romper el empate. La defensa y Diego López, no sin dificultad, pudieron evitar el primer tanto del conjunto visitante.
Ambos equipos movieron sus banquillos e incrementaron sus revoluciones. La intensidad creció, pero apenas había ocasiones claras para ningún conjunto. La más clara, una contra que Wu Lei pudo culminar en el 83, pero Dituro la atajó y el rechace le llegó muy forzado a Puado.
En los últimos compases, la presión del Espanyol fue a más y el Celta esperó demasiado. Una combinación que aprovechó Wu Lei, esta vez sí para rematar, desde dentro del área, un pase de Darder. El jugador chino batió por alto al portero en el 89.
El 1-0 en el luminoso encumbró al asiático y encendió el RCDE Stadium. Con tres minutos de añadido, el margen de maniobra de los gallegos era mínimo y, pese a su insistencia final, ya no hubo cambios en el marcador.
