“No se debería haber jugado. El fútbol debería haber pasado a un segundo plano. Era el momento de estar con los afectados y pensar solo en eso. Lo más importante es la gente, el pueblo. Cuando pasan estas tragedias es difícil aislarse”, dijo en rueda de prensa. “Lo que ha dicho el míster tiene toda la razón. Nuestra opinión y nuestra fuerza es cero, hay que ser profesionales y hacer lo que nos mandan aunque no queramos hacerlo”, continuó.
“Se nos escapan muchas cosas. Entre los futbolistas y toda la organización hay mucha distancia. La comunicación es complicada. El fútbol es una industria en la que los futbolistas somos los actores principales, pero no tenemos ese poder de decisión y nos toca hacer cosas que, aunque no nos apetezca hacer, tenemos que hacer”, completó,