Mallorca y Celta han empatado (1-1) en el estadio Son Moix. Siguen jugando con fuego y continúan sin poder despegarse de la zona de descenso, objetivo principal de ambos equipos en el inicio de la segunda vuelta.
Iago Aspas adelantó al conjunto celeste en la primera parte; empató el canadiense Cyle Larin casi al finalizar el primer periodo.
Las estadísticas de las igualadas reflejan los problemas que bermellones y celestes tienen para sumar de tres: el Mallorca acumula 10 empates, por 8 del Celta.
Aspas, 36 años, marcó su gol número 150 en Primera División en el minuto 9 para poner en ventaja a su equipo y silenciar la fiesta en las gradas por el estreno de las reformas de Son Moix.
El ambiente festivo se trocó en temor ante la posibilidad de que el conjunto celeste arruinara los festejos programados antes y después del partido.
Salió mucho mejor el Celta y al Mallorca le costó un mundo tomarle el pulso al choque.
Aspas remató a la media vuelta una asistencia de Larson, que le ganó la partida a Maffeo en un balón dividido; fue el preludio de los mejores minutos de los visitantes, aunque no tuvieron continuidad.
Reaccionó el equipo del mexicano Javier Aguirre, con el Cyle Larin como protagonista de las mejores ocasiones para empatar.
El canadiense, sustituto del lesionado Vedat Muriqi, no paró hasta encontrar un hueco en la zaga céltica y establecer el 1-1 en el marcador al adelantarse a la maniobra defensiva del brasileño Jailson, debutante hoy en Primera.
El Mallorca, ya con Sergi Darder en la zona ancha, no cejó en su empeño de marcar el 2-1 en la reanudación; como en la primera parte, su ariete más efectivo fue Larin, que casi siempre le ganaba la partida al debutante brasileño Jailson.
El norteamericano estuvo en todas las jugadas de ataque de los bermellones -al menos en tres ocasiones Larin rozó el gol- ante un Celta que pese a los cambios (entraron Douvikas, Luca dela Torre y Miguel Rodríguez), no varió un ápice su talante defensivo.
Con el apoyo incansable de su público, el equipo del "Vasco" buscó el gol de manera incansable ante un rival que se dedicó a defenderse durante gran parte del tramo final.
Sin embargo, fue el Celta el que tuvo más cerca del triunfo en el epílogo: el peruano Renato Tapia pudo marcar en una falta directa, aunque su disparo se fue rozando el palo izquierdo del meta Rajkovic.
Una de las pocas nota positivas de la igualada para el Mallorca es que aventaja al Celta en la estadística particular con el 0-1 de la ida marcado por Muriqi.
La fiesta por el "nuevo" Son Moix no tuvo el final deseado por todos: el triunfo y 3 puntos clave para poner tierra de por medio y salir de la zona peligrosa de la tabla.