El Mallorca sigue invicto en Son Moix tras empatar a cero ante un Villarreal que ni pierde ni gana esta temporada, en la que acumula seis tablas consecutivas, cuatro en LaLiga, una en la Liga de Campeones y otra en la Supercopa de Europa.
Los dos equipos comparecieron a una hora inusual en la capital balear, dos de la tarde, por el gancho televisivo del japonés Take Kubo y el surcoreano Kang In Lee en el mercado asiático, y con bajas importantes en sus filas. Fue un auténtico milagro que el "submarino amarillo" no abriera el marcador en los primeros 25 minutos. Tuvo ocasiones muy claras, pero las desperdiciaron entre el senegalés Bouyale Dia (casi marca de espuela en el minuto 29) y el nigeriano Arnaut Danjuma.
El partido empezó con un monólogo visitante en los momentos en que la defensa balear -improvisada por las bajas- intentaba sincronizar sus movimientos. Después reaccionó el Mallorca, primero tímidamente; y al final, creando peligro en la portería del argentino Gerónimo Rulli. Fer Niño, cedido por el Villarreal, y Dani Rodríguez tuvieron las ocasiones más claras. Apretó el equipo de García Plaza en el inicio de la segunda parte. Fue más vertical, se juntaron Take Kubo, Fer Niño y Amath obligando a los castellonenses a extremar sus precauciones en defensa.
Reina y Rulli evitaron los goles
El cuádruple cambio ordenado por Unai Emery le fue bien al Villarreal (en el minuto 55 entraron Pino, Alcácer, Moreno y Parejo), que de inmediato recuperó el control del partido y creó el juego suficiente para poner en apuros al conjunto balear. El gol pudo llegar en cualquiera de las dos porterías, pero tanto Reina como Rulli resolvieron con acierto las jugadas más comprometidas en sus respectivas porterías.
El único gol del partido -anulado por un claro fuera de juego- lo marcó el estadounidense Matthew Hope que había sustituido a Fer Niño. Hope debutó con la camiseta bermellona en un partido oficial, al igual que Jaume Costa. Con el empate ante el Villarreal, el Mallorca encadena diez encuentros sin conocer la derrota en Son Moix. El último equipo que ganó en Palma fue el Espanyol la temporada pasada en Segunda División.