Se las prometían muy felices los hombres de José Mourinho, que llegaron el duelo ante el frágil Bournemouth -dos empates y seis derrotas en sus últimos ocho partidos- con la moral por las nubes tras su triunfo del pasado domingo en la final de la Copa de la Liga (EFL Cup).
El encuentro, no obstante, estuvo marcado por la actuación arbitral: el colegiado, Kevin Friend, no vio dos flagrantes agresiones, una de Mings a Zlatan y otra de Zlatan a Mings, pitó un polémico penalti a favor de los de casa y expulsó en el tiempo de descuento de la primera mitad a Suman por protestar.
Mourinho introdujo cuatro cambios con respecto al once que derrotó 3-2 en Wembley al Southampton, y Bailly, Herrera, Smalling y Lingard dejaron su sitio a Jones, Carrick, Shaw y Rooney. El arranque fue muy prometedor para los de casa, con ocasiones claras de Ibrahimovic y Martial que repelió una y otra vez un inspirado Boruc.
El United no supo mantener la ventaja
El marcador de Old Trafford se inauguró finalmente a los 23 minutos, cuando Marcos Rojo, con su primer tanto en la Premier con la camiseta del United, metió el pie tras un centro-chut de Valencia desde la derecha y consiguió batir a Boruc y poner por delante a los suyos.
A falta de cinco minutos para el entretiempo el partido se le complicó a los de Mourinho, cuando Phil Jones cometió un infantil penalti sobre Pugh: no falló desde los 12 pasos Joshua King -canterano del United- y batió con un lanzamiento magistral a De Gea para subir las tablas al luminoso.
Ibrahimovic se calentó tras el pisotón de Mings
La polémica llegó en el tiempo de descuento, cuando primero Mings le dio un pisotón en la cabeza a Zlatan tras una entrada y el sueco le devolvió el 'favor' con un flagrante codazo tras un saque de esquina. El árbitro no vio nada. De la confusión salió peor parado el Bournemouth, que se quedó con un hombre menos por la expulsión de Suman por protestar al árbitro.
Ya en la segunda mitad no encontraba el camino del gol el United, y Mou movió fichas, y en un triple cambio introdujo a Lingard, Rashford y Fellaini por los decepcionantes Rooney, Shaw y Carrick. Inmediatamente después, el colegio se erigió de nuevo como protagonista al otorgar un más que discutido penalti por mano dentro del área de Smith tras un remate de Pogba.
Sin embargo, Boruc acudió nuevamente al rescate de los suyos y le adivinó el lanzamiento a Ibrahimovic para desespero del delantero sueco. El marcador de Old Trafford no se volvió a mover y el United, frenado en seco por el Bournemouth, desaprovechó la oportunidad de llevarse tres puntos de oro que le hubieran metido en puestos de Liga de Campeones.