"Adiós o hasta pronto, no estaré muy lejos", dijo el jugador, que lograba ese trofeo por quinto año consecutivo, un récord en los siete que ha pasado en el PSG. Mbappé afirmó sentir "una gran emoción" por poner fin a su carrera en Francia y dijo estar "orgulloso de haber podido llevar este campeonato a lo más alto posible".
"Me voy con la cabeza alta, lo he dado todo", dijo el futbolista, que tuvo palabras de agradecimiento para sus compañeros, para el entrenador, Luis Enrique, con quien dijo "la relación siempre ha sido fluida" y, de puntillas, pasó por el presidente, Nasser Al-Khelaifi. Le nombró con la boca pequeña antes de referirse al emir de Catar, con quien fue más explícito: "Vino a buscarme a los 18 años, apostó por mi, fue comprensivo en muchas situaciones y me ha acompañado en la toma de esta decisión".
El pasado viernes, en el vídeo en el que anunció públicamente que no seguiría en el PSG, ni siquiera nombró a Al-Khelaifi, lo que según los medios enfadó al presidente. Le Parisien publica este lunes que ambos tuvieron una disputa subida de tono el pasado domingo, poco antes del último partido de la temporada del PSG en el Parque de los Príncipes.
En su discurso de recepción del premio a mejor jugador del año, elegido por sus pares, Mbappé reconoció que echará de menos la liga francesa, en la que dijo que siempre se ha sentido querido, pero se mostró confiado en que "lo que llega será muy excitante" y que descubrirá "cosas que también (le) harán muy feliz".