Una clasificación incomprensible sin la actuación del delantero marroquí Ayoub El Kaabi, que tras firmar tres goles la pasada semana pasada en Birmingham, no desaprovechó la primera ocasión que dispuso para adelantar a los diez minutos de juego (1-0) al conjunto griego en el marcador.
Ese gol obligaba a los de Unai Emery a tener que marcar tres tantos para forzar una prórroga, que se antojaba más que complicada ante la falta de pegada del equipo inglés, que pese a buscar el área rival apenas fue capaz de generar claras ocasiones de gol. Y cuando lo logró los jugadores del Aston Villa se toparon con el portero local Konstantinos Tzolakis como ocurrió en el tiempo de prolongación en un remate desde la frontal del área del jamaicano Leon Bailey que el cancerbero heleno solventó con una gran intervención.
Sin capacidad para dotar de la velocidad necesaria a la circulación del balón para inquietar a los defensores locales el Aston Villa no sólo vio como poco a poco se quedaba sin tiempo para la remontada, sino como cada vez quedaba más expuesto a las peligrosas contras del conjunto griego. La fórmula con la que llegó el segundo y definitivo tanto del Olympiacos, obra, como no, de Ayoub El Kaabi, que ratificó a los 78 minutos su condición no sólo ya como el nombre propio de esta eliminatoria, sino de la competición de la que el atacante marroquí es el máximo realizador con diez dianas. Un gol no exento de suspense ya que el colegiado tuvo que recurrir al VAR para conceder validez a una acción que el colegiado alemán Felix Zwayer había anulado inicialmente por fuera de juego.
Tanto que convirtió al Olympiacos, que se medirá el próximo 29 de mayo en el campo del AEK de Atenas con un Fiorentina, que repite final de la Liga Conferencia, en el segundo equipo griego en alcanzar una final europea tras el Panathinaikos que disputó en el lejano 1971 la final de la Copa de Europa. Una final en la que el técnico español José Luis Mendilibar tratará de conquistar su segundo título continental consecutivo tras proclamarse el pasado curso campeón de la Liga Europa con el Sevilla.