La marcha del alemán, que se cerrará muy próximamente, permitirá al Barcelona inscribir en LaLiga a Dani Olmo y es más una operación para generar 'fair play' financiero que otra cosa.
Todo se desencadenó tras una reunión la semana pasada entre Gündogan y el entrenador barcelonista, Hansi Flick, en la que el técnico azulgrana no le garantizó al centrocampista su titularidad incondicional en un equipo con otro dibujo táctico y otras necesidades, especialmente físicas, respecto a la temporada pasada.
Esa necesidad coincidió con la obligación del Barcelona para rebajar su masa salarial. A Gündogan le restaba un año más de contrato, más otra temporada por objetivos, que se habían cumplido al jugar el año pasado el 60 por ciento de los partidos. La ficha del alemán ronda los 20 millones de euros brutos por curso.