Ha sido una larga travesía por el desierto, pero el gigante italiano parece vislumbrar algo de esperanza. El Milan tiene la potencia y la calidad de los tiempos pasados pero sí es capaz de competir ante cualquier equipo como si la sombra del pasado ya no importara. Entre su entrenador Pioli y su estrella Ibrahimovic han inoculado un estilo y una actitud en una plantilla joven que le ha permitido volver a ser un equipo respetable, mucho más de lo que lograron sus últimos antecesores.
Estilo: intensidad en todo el campo
La presión alta y el ritmo incansable de este Milan le acercan más al estilo inglés que al lento fútbol mediterráneo del que España no acaba de salir. Por ahí puede sorprender a cualquier equipo, como lo hace en Italia, a través de la presión asfixiante en campo contrario y la verticalidad de sus jugadores de ataque. Y es que Pioli ha compensado la ausencia de los grandes talentos de antaño por el compromiso y el despliegue físico de jugadores jóvenes que tienen el hambre que el viejo club necesitaba. Si el Atlético sale al campo despistado se lo pueden llevar por delante.
Estrella: Brahim Díaz
Le dieron el diez y le prometieron galones. Este verano el Milan desechó el fichaje de un media punta de nivel porque había decidido que ya lo tenía en la plantilla. Brahim ha tardado algún tiempo en convertirse en líder pero parece que esta temporada es definitivamente la suya. Juega detrás del delantero, con libertad, y buscando el tacto constante con el balón. Brahim asiste y marca, aunque está por demostrar que su buen arranque de temporada es el anuncio de una madurez futbolística que algunos esperaban en el Manchester City o el Real Madrid.
Debilidad: falta gol
Con un equipo valiente, una línea de media puntas con talento y hasta laterales y medios con llegada, lo que le falta a este equipo es alguien que se haga dueño del área rival. La tarea está hecha para Ibrahimovic, pero el sueco sigue lesionado y Giroud, su sustituto, también arrastra problemas físicos. Así el rol de nueve recaerá sobre Rebic, un delantero rápido y versátil que aprovecha mejor los espacios que los balones al área. Curiosamente ante el Liverpool el Milan sacó dos goles de la nada gracias a dos jugadas a la contra. Con Rebic, Brahim y Leao en el campo, quizás el Atleti deba guardar también las espaldas.