Ibrahimovic, de 36 años, lleva sin jugar desde el pasado 26 de diciembre, cuando fue sustituido al descanso en el partido contra el Burnley, y afronta sus últimos cuatro meses de contrato en Old Trafford.
El veterano punta sueco se rompió, en la recta final del último curso, el ligamento cruzado anterior de la rodilla, una lesión que lo mantuvo alejado de los terrenos de juego durante siete meses. "Todos sabemos que esta será su última temporada en el Manchester United.
La decisión de jugar o no (lo que queda de liga) es personal. Se ha ganado el derecho a elegir su futuro; es un grandísimo futbolista con una carrera envidiable", dijo Mourinho este viernes, en la previa del duelo ante el Crystal Palace.
"Este ha sido un curso muy difícil para él. ¿Si está lesionado? No, no lo está. ¿Siente que está listo y convencido para jugar y ayudar a sus compañeros de equipo? No", comentó. "Es una persona muy honesta y un verdadero campeón que sólo quiere regresar si de verdad puede ayudar. Está trabajando muy duro y todos esperamos que vuelva a ese nivel que tenía", indicó el entrenador luso.
Zlatan defendió los colores de Manchester United la pasada campaña, en la que disputó 46 partidos, marcó 28 goles -máximo artillero del equipo- y levantó tres títulos, la Liga Europa, la Copa de la Liga (EFL Cup) y la Community Shield, antes de sufrir la aparatosa lesión.
Ibrahimovic renunció a su salario durante el tiempo de inactividad en el club y se desvinculó del United el 30 de junio, antes de firmar, el 24 de agosto, un contrato por una temporada. El punta sueco ha sido vinculado en los últimos meses con el LA Galaxy, equipo de la MLS (Major League Soccer) estadounidense.