Una apisonadora verdeamarela atropelló este lunes a Corea del Sur en el 974 de Doha. No dio opción alguna Brasil a los coreanos y resolvió el partido por la vía rápida en los primeros quince minutos. En el día en que volvía Neymar y en el día en que Japón había llevado a Croacia hasta la tanda de penaltis, Brasil salió y mató.
Era el minuto 7 de partido, a alguno aún no le había dado tiempo a sentarse, cuando Vinicius hizo el 1-0. Raphinha se coló por el carril diestro, apuró a línea de fondo y la puso atrás para la llegada de un Neymar que no acertó a la hora de conectar el remate, pero el balón llegó a los pies de Vinicius con tiempo suficiente para pararse, levantar la cabeza y poner el balón lejos del alcance del portero con un toque sutil. Los futbolistas brasileños se juntaron para celebrar todos juntos bailando este primer gol.
Estaba Corea del Sur preguntándose aún cómo podía haber encajado un gol tan pronto cuando Richarlison le ganó un balón a Woo-Young Jung y el coreano le hizo un clarísimo penalti. Neymar agarró la pelota, la puso en el punto de penalti y convirtió el segundo desde los once metros. No habíamos llegado al primer cuarto de hora y Brasil ya ganaba 2-0. Al igual que en el 1-0, los brasileños volvieron a celebrarlo bailando todos juntos.
Corea del Sur intentó sacudirse este fulgurante inicio con un zapatazo de Hwang buscando la escuadra que obligó a Alisson a lucirse con un paradón. Antes de cumplirse la media hora de juego, se fueron a juntar Marquinhos, Thiago Silva y Richarlison en la frontal para hacer el tercero. Sí, los dos centrales y el delantero. Una gran triangulación entre los tres terminó con el del Tottenham quedándose solo ante el portero y batiéndole con un disparo abajo. Volvía a bailar Brasil, pero esta vez en el banquillo y sacando incluso a Tite a formar parte de la fiesta.
Alisson volvió a aparecer unos minutos más tarde para otro balón a Hwang, que había conseguido zafarse de Militao en una gran acción individual. Pero Brasil seguía encontrando muchos metros para correr y antes del descanso iba a hacer el cuarto. Neymar habilitó a Vinicius que se plantó en el área por banda izquierda, se paró y puso el balón atrás para la llegada de Paquetá, que la puso lejos del alcance del Seung-Gyu Kim.
El partido estaba resuelto y a la salida de vestuarios lo único cambió fue el acierto de los brasileños de cara a puerta. Son tuvo una clara ocasión tras ganarle la espalda a Militao y plantándose en el mano a mano con Alisson, pero el guardameta del Liverpool se impuso con una gran parada.
Las ocasiones caían por goteo en esta segunda parte en la que ambos equipos pudieron marcar. Raphinha tuvo las dos primeras para Brasil en el segundo tiempo con un par de acciones individuales que desbarató el guardameta coreano. Jae-Sung Lee tuvo otra muy clara para Corea del Sur con un disparo muy duro abajo que paró de forma excelente Alisson.
El elegido para hacer el gol del honor sería Seung-Ho Paik, que cazó un balón en la frontal del área para conectar un genial zapatazo imparable para Alisson.
Tal era el dominio brasileño, que Tite cambió hasta al portero y dio entrada a Weverton, el último de los 26 que quedaba aún por debutar en este Mundial. Brasil mete miedo y se cita con Croacia el próximo viernes para pelear por un puesto en semifinales.