Agarrado a la ley del mínimo esfuerzo, al 'tran tran' y sin grandes aspavientos sacó adelante Países Bajos el compromiso ante Qatar para sellar su clasificación como primera de su grupo y despedir a su rival con los peores registros históricos para un anfitrión: todo derrotas.
La cita sirvió para pocas cosas. Únicamente para apuntalar el calendario, mejorar las cifras goleadoras de Cody Gakpo y lograr el triunfo necesario, modo trámite, para alcanzar los octavos de final como campeón de grupo. Espera ahora rival la 'oranje' para las eliminatorias. El segundo del Grupo B, una cuestión en manos de Estados Unidos, Irán o Gales porque solo un imprevisto puede apartar a Inglaterra del primer lugar de ese grupo.
La fragilidad del adversario invitó a cierto relax al equipo de Louis Van Gaal que contó de titular con Memphis Depay. Hacía algo más de dos meses que el atacante del Barcelona no jugaba de inicio un partido. Disfrutó de apariciones en los otros dos encuentros, frente a Senegal y Ecuador y reclamaba más peso en el once.
Estuvo activo desde que comenzó el choque aunque decayó en su ímpetu igual que el de todo su equipo. Tuvo una buena ocasión al cuarto de hora que se marchó por poco, cuando Países Bajos tenía arrinconado a Qatar.
Tenía prisa el equipo neerlandés de ventilar la situación como antes y pensar en otras cosas, en empresas mayores. Se puso con ventaja poco antes de la media hora en una buena combinación que ofensiva que terminó con un pase de Davy Klaasen a Cody Gakpo que culminó bien.
El delantero del PSV, gran sensación al inicio de temporada por su puntería, despunta en Qatar. Es de lo más solvente del cuadro de Van Gaal. Pudo engordar sus números a lo grande. Con el tanto que abrió el marcador igualó al ecuatoriano Enner Valencia y al francés Kylian Mbappe, líderes de los goleadores con tres dianas cada uno.
Pero después decayó. Con el asunto encarrilado sesteó. Qatar se animó y a base de entusiasmo se aproximó al área de Andries Noppert pero nunca dio sensación de ser capaz de marcar a pesar del ánimo que enviaba una grada a medio llenar.
Sobresalió su portero, Meshaal Aissa Barsham, que evitó algún gol más. De hecho, impidió que Memphis marcara. Disparó a bocajarro el nueve titular de Países Bajos y Barsham salvó el gol. El rechace lo recogió Frankie De Jong que a puerta vacía anotó el segundo al inicio de la segunda parte.
Desperdició una buena ocasión Países Bajos luego para darse un festín pero no estuvo por la labor. Dosificó energía y permitió jugar a su rival en el tramo final, en busca de un honroso gol, en sus últimos coletazos como mundialista.