La 'gripe del camello' se ha expandido durante el Mundial de Qatar 2022. La OMS ha advertido del aumento de casos durante la celebración de la Copa del Mundo, por lo que conviene conocer una enfermedad que se detectó por primera vez en Arabia Saudí en 2012 y posteriormente llegó hasta otros países.
También se la conoce como el síndrome respiratorio de Oriente Medio, llamado así porque los casos se producen sobre todo en lugares ubicados en la zona oriental, aunque la OMS ha registrado también en países como Alemania, Austria, China, Italia, Grecia o Reino Unido, entre otros.
¿Qué es el síndrome respiratorio de Oriente Medio?
Se trata de una enfermedad respiratoria de carácter grave con una letalidad del 30%, mientras que muchos casos presentan una sintomatología leve. Se le conoce como MERS-CoV porque procede de la familia del coronavirus y también se contagia de animales a humanos.
Concretamente, el coronavirus causante de esta enfermedad se transmite a los humanos a través del contacto con animales infectados, con casos documentados con camellos. Una vez en personas, su forma de propagación es similar a la del Covid-19, por contacto estrecho con un infectado.
Por otra parte, el periodo de incubación del virus no se puede determinar con exactitud, como informa de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. El promedio hasta el momento es de aproximadamente 5 días, aunque hay casos en los que los síntomas se presentaron de 2 a 15 días desde que se produjo la exposición al virus.
Los síntomas de la gripe del camello
Estos son los principales síntomas de la enfermedad:
- Fiebre y escalofríos.
- Tos.
- Dificultad para respirar.
Y estos son los síntomas menos comunes:
- Tos con sangre.
- Diarrea.
- Vómitos.
- Neumonía.
- Disfunción renal.
Sin vacuna ni tratamiento específico
Cabe recordar que no existe vacuna contra el MERS-CoV ni ningún tratamiento específico, por lo que se administran cuidados de apoyo para suavizar el cuadro del paciente. En el caso de prevención, las autoridades sanitarias recomiendan lavarse las manos de manera frecuente con agua y jabón, así como cubrirse nariz y boca a la hora de toser o estornudar, evitar tocarse ojos, nariz y boca con las manos sucias o evitar cualquier contacto cercano con personas enfermas.
Si se entra en contacto con animales como camellos, lo más aconsejable es lavarse las manos inmediatamente después.
