El Mundial de Qatar vive una jornada de las marcadas en rojo en el calendario. Además de los partidos decisivos para alcanzar los octavos de final, es el día de uno de los partidos que acaparan el foco no solo por el ámbito deportivo: Irán y Estados Unidos se enfrentan en el estadio Al Thumama por un billete a la siguiente ronda.
Pero el duelo va más allá de lo deportivo. Las protestas y disturbios en Irán tras el asesinato de Masha Amini por no llevar bien puesto el velo han convertido la concentración de los iraníes en una sucesión de momentos incómodos y tensos para los de Carlos Queiroz, que ya declaró que se trata de "chicos que solo quieren jugar al fútbol".
Origen y causas del conflicto Irán - EEUU
A esto se le suma que el rival que hay enfrente no representa a cualquier país. Se trata de Estados Unidos, una nación con la que Irán mantiene tensiones desde la década de los 70. No era durante los años 50, cuando los dos países mantenían una relación comercial que acabó con la Revolución Islámica y la marcha de Shah Reza Pahlaví.
Este cambio se tradujo en un conflicto entre las dos naciones, con eventos como la toma de rehenes de 63 estadounidenses en la embajada de EEUU en Teherán y la posterior rotura de relaciones entre Irán y Estados Unidos. Tras la rotura de relaciones, los intercambios comerciales cesaron y más tarde llegó el apoyo de los norteamericanos a Irak en la guerra que mantenía con los iraníes.
Este último conflicto bélico causó la muerte de más de 200.000 iraníes y la escalada de una tensión que no cesaba, con el también apoyo de Occidente a Irak y la permisión del uso de armamento químico. Otro suceso que empeoró las relaciones fue el ataque de la Unión Americana a un vuelo con población civil de Irán, que se saldó con 290 muertos.
Tensión nuclear y muerte del general Soleimani
Años más tarde, por 2006, la tensión pasó a escala nuclear con la 'amenaza' de los dos países del uso de armamento de este tipo, con diferencias que casi ponen fin al Tratado de No Proliferación Nuclear firmado durante el régimen del Shah Reza Pahlavi. No fue así y en 2015 los implicados lograron un hito histórico al firmar un acuerdo en el que Irán ponía en relieve su compromiso de no aumentar el programa nuclear mientras que EEUU acabase con las sanciones económicas.
Las tensiones se pausaron hasta el mandato de Donald Trump, que decidió poner fin al acuerdo nuclear con Irán y también lideró un ataque con drones que acabó con la vida del general Qasem Soleimani. El fin del mandato de Trump y la llegada de Biden a la Casa Blanca suavizó las relaciones, que continúan sin pasar por su mejor momento, pero que los actuales líderes quieren reconstruir.
Más que un partido en Qatar... con árbitro español
La prueba de que la tensión sigue presente entre los dos países se ha confirmado en el Mundial de Qatar. US Soccer caldeó los ánimos al utilizar en redes sociales una bandera de Irán sin el escudo de la República Islámica, un símbolo vigente desde 1980.
Además, ha trascendido que el presidente iraní, Mohammad Jatamí, ha ordenado a los jugadores no saltar al césped por detrás del equipo estadounidense (como establece el protocolo). Por otro lado, en la previa del duelo, el capitán estadounidense, Tyler Adams, fue preguntado por el racismo en EEUU, avivando la polémica entre los dos países más allá de lo deportivo.
Los actuales jugadores se negaron incluso ante Inglaterra a cantar el himno de Irán en protesta contra la represión que se sufre en el país tras la muerte de Mahsa Amini, lo que rectificaron después en el encuentro contra Gales, donde sí entonaron el himno iraní.
Por si fuera poco, un árbitro español impartirá suerte en el Irán-EEUU. Mateu Lahoz será el colegiado principal del partido, en el que los dos equipos se juegan una plaza en los octavos de Qatar 2022. Las dos selecciones dependen de sí mismas para pasar de ronda, aunque los iraníes tienen más opciones, ya que les vale un empate siempre y cuando Gales no gane a Inglaterra en el otro duelo del grupo B.