Australia sueña con los octavos de final

Túnez y Australia abrían la jornada de sábado con un partido que se antojaba vital para que los australianos pudieran seguir vivos en el torneo. Los pupilos de Graham Arnold lo sabían, por lo que salieron desde el principio a presionar arriba la salida de balón tunecina.

El conjunto africano sufría mucho a la hora de sacar la pelota de su área y el juego se desarrollaba en esos metros cercanos a la portería de Aymen Dahmen. A pesar de llevar la iniciativa, Australia no conseguía terminar las jugadas y poner en apuros al guardameta tunecino.

No hubo prácticamente acciones de peligro hasta la recta final del primer tiempo y, la única que hubo, acabó dentro. Corría el 23 de partido cuando Goodwin sacó un centro mordido desde la izquierda que fue a parar a la cabeza de Duke. El delantero australiano se inventó un dificilísimo giro de cuello para mandar el balón a guardar con un genial cabezazo.

El ritmo de partido no cambió, pero las ocasiones seguían sin llegar. Y llegaron todas en la recta final. Túnez tuvo la primera tras una gran acción individual de Jebali, que se adentró en el área tras ganar un balón largo que terminó en los pies de Drager. Apareció rapidísimo Sutter para tapar el chut del tunecino cuando lo tenía todo para marcar.

Australia respondió rápido con un tímido cabezazo de Duke tras una falta lateral, pero Túnez volvería a tener otra gran ocasión para empatar antes del descanso. Sliti se marchó por banda derecha y apuró hasta línea de fondo para poner un centro atrás que alcanzó a rematar Msakni, pero su disparo se marchó fuera.

Tras el descanso, Túnez introdujo un hombre más en el centro del campo para intentar hacerse con el control de la pelota y el juego, pero no terminó de salirle del todo bien el plan a Jalel Kadri. Es cierto que era Túnez quien tenía el control de la pelota y llevaba la iniciativa en el segundo tiempo, pero sus ataques eran planos y no conseguían poner siquiera nervioso al guardameta Mathew Ryan.

Las más claras las tuvo Australia, con un par de acciones por banda izquierda de Goodwin y Maclaren, pero sus centros no encontraron rematador por muy poco. Túnez apretó en los minutos finales con más corazón que cabeza, pero finalmente se quedó sin premio y necesitará de un milagro para estar en octavos. Australia, por su parte, dependerá de sí misma.