"Este encuentro es mucho más que un partido de fútbol para nosotros. Ir al Mundial sería muy importante para Ucrania en este momento por todos los que están en casa, por todos los que defienden el país y por todos los que se han tenido que marchar a causa de la guerra" señaló la leyenda del fútbol ucraniano Andriy Shevchenko, presente en las gradas de Hampden Park.
De hecho, apenas habían transcurrido diez minutos de juego cuando los futbolistas ucranianos ya acumulaban dos tarjetas amarillas, en una clara demostración de que a intensidad nadie podía ganar este miércoles a Ucrania.
Nada pudo hacer el cancerbero escocés por impedir que finalmente Yarmolenko adelantase a Ucrania en el marcador (0-1) al culminar con una sutil vaselina un sensacional pase en largo de Malinovsky a la espalda de la zaga local.
Ucrania dobló su ventaja en el tanteador a los cuatro minutos del inicio del segundo tiempo con un gol del delantero Roman Yaremchuk. Y aunque Escocia recortó distancias con un gol de McGregor, los ucranianos sentenciaron en la prolongación con el tanto de Dovbyk, que prolonga el sueño mundialista con el que los futbolistas ucranianos quieren hacer olvidar por un momento a sus compatriotas el horror de la guerra.