La conmoción en la ciudad en la que fue la casa de Diego Armando Maradona en Italia es total, tanto es así que el club ha lanzado un comunicado explicando que la amargura por la pérdida es tan grande, que no logran encontrar el modo de expresarlo: “Todos esperan nuestras palabras pero, ¿qué palabras podemos usar para un dolor como el que estamos viviendo? Ahora es el momento de las lágrimas, después llegará el momento de las palabras”. Y es que Maradona fue mucho más que una institución en el sur de Italia, fue un símbolo para sublevarse ante el rico norte en lo futbolístico y en lo cultural.
Basta darse un paseo por el centro histórico para descubrir los continuos homenajes que existen dedicados al crack argentino. Grafitis en el ‘quartiere spagnolo’, pancartas recordando sus gestas y camisetas de la época colgadas en balcones. Incluso existe un pequeño bar a pocos pasos de la ‘Piazza del Plebiscito’ que presume de tener en un altar con un pelo del genio que nació en Lanús. Y es que el legado de ‘El Pelusa’ en Napoli sigue presente muchos años después de que acabará su aventura en el club en 1992.
Un legado imborrable en Nápoles
Sin duda habrá miles de homenajes anónimos en las siguientes horas. Más allá de recordar que gracias a él la sociedad ganó su primer Scudetto y su primera copa europea, se rememorará cómo se identificaban con una figura rebelde, que no aceptaba la supremacía de Milán/Turín y que sirvió para que la gente del sur reivindicará su lugar en Italia. No es una casualidad que fuese nombrado ‘ciudadano honorario de la ciudad’ en 2017, casi era más napolitano que argentino.
Maradona era tan querido que hasta los que odian el fútbol, le alaban. Seguro que seguirá teniendo un hueco eterno en un lugar que estos días llora como si fuese una capital de Argentina.