En Champions y con la Copa del Rey en sus vitrinas. Así ha terminado el Valencia una temporada que no iba ni mucho menos viento en popa cuando la primera vuelta de LaLiga tocaba a su fin y cuando en diciembre ya estaban fuera de Champions. Pero, al contrario de lo que se suele decir, no todo lo que empieza mal acaba de la misma forma...
Porque cuando se llevaban disputados 19 partidos de Liga nada hacía pensar que el Valencia terminaría en puestos Champions. Con 23 puntos, con tan solo cuatro victorias y con un total de 11 empates, el cuadro che tuvo problemas para arrancar un motor potente pero al que le costó, y mucho, coger confianza.
Eso sí, cuando la ha cogido el cambio ha sido radical. De los mayores vistos por un equipo durante una temporada. En los 19 partidos de Liga restantes sumó 38 puntos para alcanzar los 61 y llegar a Champions, y ganó once encuentros en total en una segunda vuelta para enmarcar en el torneo de la regularidad.
Lo trasladaron a la Copa del Rey, una competición que bien podrían haber aparcado para centrarse en Liga y en una Europa League en la que se quedaron a las puertas de la final. Por suerte no lo hicieron, y el 25 de mayo se coronaron como campeónes del K.O. después de once años de su última vez.
La transformación tiene nombres propios. El primero, claro está, Parejo. El capitán valencianista mantuvo a flote al equipo cuando nadie más parecía poder hacerlo. Fue su líder tanto dentro como fuera del campo, y su lesión en la final de Copa supuso un antes y un después para un Valencia que vio cómo sin él el control del encuentro se les escapaba.
Rodrigo es otro de esos jugadores a los que hay que nombrar. No ha estado a su nivel goleador del pasado curso, y su comienzo de temporada fue de todo menos de 'killer' total. Sin embargo se ha ido entonando con el paso de los días, ha terminado la Copa como máximo goleador y anotó el segundo gol che. El primero fue de Gameiro, otro de los jugadores que ha aportado y mucho para los de Marcelino.
El asturiano es otro de los nombres propios de este Valencia. Muchos pedían su marcha o su destitución tras la primera vuelta, pero se mantuvo gracias a sus jugadores. Ellos nunca dejaron de creer en él, y tanto unos como otros ya celebran la Copa. Supo leer a la perfección lo que pedía la final ante el Barcelona.
La recuperación de Guedes también se ha hecho notar, a la par que los otros actores 'secundarios' como Neto, Gabriel Paulista, Gayá y compañía. Eso sí, nada de esto habría tenido lugar de no ser por factores como la fe y la confianza de los jugadores de un Valencia que vuelve a ser campeón.