El meta gerundense ha valorado esa acción como "una jugada más del encuentro". "Arda Turan me da en la cara y eso no se ve", ha apostillado el futbolista, que tiene "la conciencia muy tranquila" y ha apuntado que es "su problema" si algunos rivales no quisieron darle la mano después del cruce.
El blanquiazul ha mantenido que la tensión en este tipo de encuentros es comprensible. "En el campo puedes decir muchas cosas y cuando termina el partido, ya está. Cuando pita el árbitro se acaba el espectáculo", ha dicho el meta, que ha insistido en que el Espanyol "es un equipo intenso, no violento".
Como canterano, Pau López ha confesado que disfrutó con el pulso ante el Barcelona, rival ciudadano del Espanyol: "Me lo pasé como un niño pequeño. Es el partido en el que mejor me lo he pasado en el campo. Para un canterano enfrentarse contra el Barça siempre es algo especial. Son derbis chulos, todo el mundo los quiere jugar".
Por otra parte, el catalán ha evitado augurar el ambiente que pueda haber en el partido de vuelta, el 13 de enero en Cornellà-El Prat. "No creo que sea el momento de hablar ahora del miércoles. Cuando pase el encuentro frente al Eibar (este domingo a las 18.15 horas) ya pensaremos en el derbi y todo lo que lo rodea", ha dicho.
Finalmente, el portero ha valorado los incidentes tras el encuentro en el túnel de vestuarios: "Yo llegué un poco tarde, estaba hablando con una persona del Barcelona en el túnel y supongo que lo que pone en el acta es lo que realmente pasó".