EN LA CORUÑA

Persiguen a un árbitro tras suspender un partido entre alevines después de recibir amenazas de dos padres

Nuevo episodio de violencia contra un árbitro en un partido de niños. En La Coruña, un colegiado fue perseguido por un aficionado después de suspender el partido en juego por recibir amenazas de dos padres. "Un aficionado vino hacia mí con actitud agresiva y por mi integridad salí corriendo", dice el trencilla.

ondacero.es

Madrid |

Campo de fútbol | agencias

Un árbitro suspendió este fin de semana un partido de alevines -categoría de hasta doce años- en La Coruña tras recibir amenazas de dos padres y posteriormente fue perseguido por un aficionado cuando decidió salir corriendo del campo.

En el acta del partido, el árbitro explica que suspendió el partido que disputaban los alevines del Silva y el Galicia Gaiteira al concluir el primer tiempo.

"Dos padres de jugadores del Galicia Gaiteira entraron al campo a amenazarme, señalándome con el dedo, diciéndome que me quería a ver a mí y que iba a acabar como su hijo, que estaba tendido en el suelo con muestras de dolor. Ante tal situación de invasión y amenazas decidí concluir el encuentro", relata.

Añade que "posteriormente" fue a hablar con la delegada del otro equipo, el Silva, "para explicarle la situación, la cual apoyaron y compartieron".

"Justo en ese instante vino corriendo hacia mí diciendo que viniese y con una actitud agresiva un aficionado del Galicia Gaiteira y por mi integridad decidí salir corriendo del campo. Este hombre me persiguió hasta que el delegado del equipo le agarró pidiéndole que se calmase", apunta el colegiado del partido.

El árbitro también indica que se puso en contacto con la Policía Nacional para explicarle la situación y los agentes acudieron al campo de la Ciudad Deportiva de La Torre para escoltarlo hasta su vehículo.

Con anterioridad de la suspensión del partido, el delegado del Galicia Gaiteira había sido expulsado por dirigirse al colegiado en los siguientes términos: "Árbitro, esto es un cachondeo". El árbitro ya había tenido que parar el partido previamente para pedirle al mismo delegado que cesara en sus protestas.