La policía polaca abortó una pelea multitudinaria entre al menos doscientos ultras de cuatro equipos de fútbol locales, que habían organizado un enfrentamiento en un bosque cercano a una autopista en las inmediaciones de Katowice al que llegaron armados con bates, machetes, bastones telescópicos y hachas.
Fueron los vecinos los que, alertados por la presencia de varias personas con pasamontañas ocultas entre la maleza, avisaron a la policía, según informaron hoy medios polacos. La llegada de los agentes impidió que se enfrentaran los hinchas radicales del Ruch Chorzów, Wisla de Cracovia y Elana de Torun, contra los del Slansk de Breslavia.
En Polonia son habituales los enfrentamientos entre hinchadas radicales, en la mayoría de casos cercanas a ideologías racistas, xenófobas y extremistas.
Una afición poco cívica
Un ejemplo lo protagonizaba precisamente el Slansk de Breslavia en 2015, cuando sus ultras desplegaron una pancarta con un cruzado armado con una espada en defensa de Europa, amenazante con volcar un barco de refugiados en el Mediterráneo acompañado de un mensaje contra la "islamización" de Polonia.
El comportamiento radical de parte de los aficionados polacos también se dejó ver antes del partido del Legia de Varsovia contra el Real Madrid el pasado 18 de octubre, cuando un grupo de ultras se enfrentaron a la policía en la capital de España.