Los insultos racistas volvieron a empañar el regreso de LaLiga tras el parón de selecciones con tres nuevos casos de insultos racistas que provocaron la suspensión de un partido y que otro se detuviese para activar el protocolo de LaLiga ante el racismo.
Suspendido el River-Rayo Majadahonda
El Sestao River-Rayo Majadahonda tuvo que ser suspendido por el árbitro en el minuto 84 de partido debido a los insultos racistas que recibió el portero visitante Cheikh Kane Sarr y que provocaron que el guardameta saltara a la grada y agarrara de la bufanda a un aficionado. Tras este episodio, fue expulsado y el equipo madrileño decidió abandonar el terreno de juego.
El propio equipo informaba después en su cuenta de ‘X’ de la decisión de no salir a continuar disputando el partido:
A su vez, el capitán, Jorge Casado, también publicó su opinión en ‘X’ mencionando a la RFEF:
Insultos de “mono, mono” a Acuña y de “gitano” a Quique Sánchez Flores
El otro partido que fue detenido momentáneamente para activar el protocolo contra el acoso de LaLiga fue el Getafe-Sevilla. La victoria por 1-0 del Sevilla quedó empañada por varios insultos que obligaron a Iglesias Villanueva a parar el encuentro.
El línea escuchó en la grada el cántico de “mono, mono” dirigido contra el jugador argentino Marcos Acuña y fue a avisar al colegiado. Posteriormente, el entrenador del Sevilla, Quique Sánchez Flores, también denunciaría que a él le habían llamado de manera despectiva “gitano”. Eso sí, después respondió a dichos insultos con un mensaje que se ha vuelto viral:
“Primero decir que estoy absolutamente orgulloso de cada poro de mis venas que pueda respirar gitano, pero una cosa es ser gitano o parte gitano y otra cosa que es que sea un insulto racista. Me parece aberrante. Aquí parte del público se cree que puede venir a decir lo que quiera, cuándo y cómo quiera, y nosotros somos trabajadores que venimos aquí a trabajar en una paz, un estadio y un espacio en el que se nos tiene que respetar”, explicó.
Sergio Ramos, contundente: “Hay que echarles a todos”
El central Sergio Ramos mandó un contundente mensaje al decir que desde hace tiempo se viene reclamando, dentro del fútbol, “respeto”, es decir, “que la gente no venga a un estadio a liberarse y a decir tonterías, a insultar a los jugadores. El línea escuchó un insulto a Acuña, se lo hizo saber al árbitro […]”.
“Hay que acabar con este tipo de gente, señalarlo, que la gente lo vea y que se le prohíba la entrada a los estadios para ir limpiando la imagen del fútbol, que debe ser un deporte maravilloso para unir y no separar”, concluyó.