Athletic y Barça cerraban la jornada de este domingo en San Mamés con objetivos muy diferentes. El equipo bilbaíno con la mirada puesta en una victoria que le permitiera acercarse a puestos europeos y el culé con la posibilidad de llegar con una ventaja lo suficientemente grande como para afrontar con tranquilidad el Clásico de la próxima jornada.
Los de Valverde salieron con un plan muy claro: presionar muy arriba al Barça e intentar robar el balón cerca del área contraria. El ritmo en los primeros minutos fue muy alto, pero las ocasiones claras llegaron en el área de Agirrezabala. Ferrán Torres tuvo la primera con un fuerte disparo desde el interior del área que se marchó rozando el poste y Busquets lo intentó minutos más tarde con un disparo desde la frontal que se marchó por encima del larguero.
El Barça comenzó a crecer en el partido desde las botas de un Frenkie De Jong que pasado el primer cuarto de hora puso delante del portero a Lewandowski, pero el control de polaco no fue bueno y el portero del Athletic se llevó el gato al agua en el mano a mano.
Pudo adelantarse poco después el Athletic en un balón largo buscando a Berenguer, pero Ter Stegen estuvo más acertado en los metros finales y rebasada la media hora de juego Iñaki Williams intentó sorprender al portero alemán con un disparo desde la frontal. La más clara la tuvo Raúl García, que estrelló un cabezazo en el larguero a la salida de un córner.
Cuando la primera parte parecía que moría, Busquets levantó la cabeza en la frontal del área y filtró un buen balón para Raphinha, que no perdonó y adelantó a los de Xavi. El línea levantó la bandera y anuló el gol, pero tras revisarlo el VAR terminó subiendo al marcador.
El Athletic no tardó en empezar a acusar el cansancio a la vuelta de vestuarios y el control del Barça era cada vez mayor. Lewandowski pudo abrir más hueco en el marcador con un cabezazo tras un centro de Balde, pero el balón se marchó a la derecha de la portería de Agirrezabala. El polaco lo volvió a intentar minutos después con un disparo desde la frontal que se marchó alto.
El ritmo del partido había bajado y Busquets comenzó a moverse como pez en el agua. Valverde movió el banquillo dando entrada a Muniain, pero Xavi reaccionó rápido sacando a Kessie para asegurarse el control del mediocampo.
Cuando se acercaba la recta final del partido el Athletic se echó arriba en busca del empate que pudo llegar en una acción de Berenguer, que volvió a atacar la espalda de la defensa, pero apareció Christensen para desviar el balón a córner. Muniain tuvo otra ocasión muy clara con un precioso disparo con rosca desde el pico del área que obligó a Ter Stegen a hacer un paradón con una gran estirada.
En el minuto 87, cuando todo parecía indicar que el Barça se llevaría los tres puntos de San Mamés, Iñaki Williams empató el partido y desató la locura en San Mamés, pero el VAR llamó a Gil Manzano para que fuera a revisar la jugada y terminó anulando el gol por una mano de Muniain en el inicio de la jugada.
Aún tendría el Athletic otra clarísima ocasión para empatar, pero ni Nico Williams, ni Yuri, ni Guruzeta acertaron a marcar en una jugada embarullada en el área culé. Nico Williams tuvo la última con un disparo desde la frontal que se marchó desviado.
El Barça suma en San Mamés tres puntos de oro para acercarse a un título de Liga que cada vez está más cerca. La próxima jornada recibirá al Real Madrid en el Camp Nou en un partido que puede ser casi definitivo. El Athletic, por su parte, ve como sus aspiraciones europeas en Liga se alejan un poco más y se aleja ya a cinco puntos del Villarreal. Aún queda la opción copera.