El Rayo Vallecano ganó este sábado al Valencia sin prácticamente esfuerzo y con un gol de Pathé Ciss en el minuto siete que acabó con un equipo valencianista incapaz de cambiar el resultado y dinamitó Mestalla con una primera pañolada al ver a su equipo superado mientras se hunde en el descenso.
El partido era uno de aquellos que marcan una temporada. “La clasificación nos indica que no podemos fallar”, aseguraba Íñigo Pérez en la previa. El duelo era un vida o muerte anticipado entre dos rivales directos a los que les separaban seis puntos, y el Rayo no falló.
Baraja recurrió al delantero Diego López como carrilero para ocupar la posición de lateral derecho ante las molestias de Foulquier y la lesión de Thierry. El ‘guajín’ tendría la tarea de mantener a raya a Álvaro García y la primera jugada de peligro llegó desde esa banda.
El Valencia tuvo en el primer minuto una interesante llegada de Germán Valera, pero llegó solo en carrera y fue frenado por Ratiu ante las quejas del delantero por el derribo. Valera no tuvo opción de remate, pero quien sí llegaba con opciones era el equipo franjirrojo, que vio en la banda de López una gran oportunidad.
El Rayo hacía daño al equipo de Baraja con balones largos y en el segundo saque de esquina, que podría venir de un fuera de juego de Álvaro García, Pathé Ciss remató con todo para adelantar al equipo vallecano a los siete minutos de juego.
Los valencianistas se desconectaron con el gol mientras que el Rayo comenzó a jugar con el ritmo y el tiempo del partido. Cumplidos los veinte minutos llegaron los primeros pitos en Mestalla, que veía a su equipo desdibujado y sin ideas. La desconexión era tal, que Javi Guerra sacó un córner en corto al que no fue nadie.
A la media hora Mamardashvili se echó al suelo y el equipo aprovechó las atenciones al georgiano como una especie de tiempo muerto para que el Pipo rearmara el plan. Las indicaciones se notaron: el equipo salió con otro carácter, Rioja cambió a la banda izquierda y llegó la primera ocasión. Pero el testarazo de Hugo Duro fue flojo y directo a las manos de Batalla.
Ante la energía del Valencia, el Rayo también subió el ritmo y Álvaro García desaprovechó una ocasión clarísima tras una gran acción de Nteka y De Frutos. En un ambiente enrarecido y con la grada desesperada, la primera parte se cerró con un Valencia que insistía sin acierto con centros por la izquierda.
Tras el descanso, Jesús Vázquez salió para suplir a Gayà y el partido siguió sin ocasiones ni un buen juego mientras un pequeño sector de la grada de animación entonó el “Pipo, vete ya”. En el 59 salieron Embarba y Camello en busca de la sentencia y en el 60 Rafa Mir y Pepelu a por el empate.
Los cambios le sentaron bien al Valencia, que ganó presencia ofensiva, aunque le seguía faltando profundidad, y, tras un córner, Tárrega se quedó a centímetros de empatar en el 61. El equipo de Baraja seguía volcado en ataque a base de garra, pero sin ningún tipo de peligro.
A falta de diez minutos para el final, el Valencia tuvo otro córner que Rafa Mir esperó en el segundo palo y remató como pudo, pero Lejeune apareció de la nada para salvar al Rayo y sacar el balón sobre la línea. En el último minuto, el Valencia tuvo un córner al que subió Mamardashvili, pero el cabezazo de Rafa Mir se marchó alto. Con poco, el Rayo superó a un Valencia incapaz en ataque al que se le acaba el tiempo.
