El Rayo Vallecano tuvo que sufrir para vencer al Girona en Montilivi, pero acabó ganando con un doblete de Sergi Guardiola (1-2), haciendo valer su condición de club de Primera, y estará en el sorteo de cuartos de final de la Copa del Rey.
El conjunto de Míchel Sánchez se adelantó por mediación de Bernardo Espinosa, pero el equipo de Andoni Iraola remontó por mediación de Guardiola y certificó el triunfo con un penalti detenido de Luca Zidane a Cristhian Stuani, en la que fue la reedición de la final del último playoff de ascenso a Primera.
El Rayo, con la victoria lograda, sigue optando a igualar su techo histórico en la Copa, las semifinales de 1982, mientras que el Girona, tras tutear un Primera, puso a fin a una racha de cinco victorias seguidas y ahora centrará todo esfuerzo en pelear, un año más, por el ascenso a la máxima categoría. El encuentro, tan vertical y eléctrico como ambos equipos, empezó con alternativas en la iniciativa y el control de la pelota que pronto cristalizaron en ocasiones claras del gol.
En el minuto 15, Luca Zidane, providencial, impidió el gol de Arnau Martínez, después de que el joven defensa cazara un rechace del propio meta visitante a duro tiro de David Juncà. Justo después, Isi Palazón respondió con un disparo de falta que se estrelló en el travesaño de Juan Carlos Martín. También de falta, aunque en campo visitante, Nahuel Bustos rozó el gol con un chut que se envenenó tras rebotar en la barrera.
El 1-0 acabó llegando en el córner posterior, con un cabezazo certero de Bernardo a centro de Borja García (26'). El gol del colombiano no alteró el guion de la tarde: ambos conjuntos siguieron buscando el arco rival. Y el Rayo encontró la igualada justo antes del descanso (45+1'), con una volea de Sergi Guardiola ajustada al palo derecho de Juan Carlos. El segundo acto arrancó tal como acabó el primero: con tanto clave de Guardiola.
En el 48', un grave error de Ibrahima Kébé propició el 1-2: el '6' comprometió a Juan Carlos con una mala dejada y el rechace del portero chocó contra Guardiola y acabó dentro de la portería catalana. El gol espoleó al Rayo y enfrió al Girona. Míchel recurrió a Samu Sáiz y al máximo artillero de Segunda División, Cristhian Stuani, que tuvo en sus botas el empate en un penalti cometido sobre Bernardo. Su chut, y todas opciones de triunfo, murieron en los guantes de Luca, que acertó al tirarse hacia su derecha (71'), y el billete a cuartos acabó viajando a Vallecas.