Luis Rubiales se ha negado a demitir por el beso no consentido a Jenni Hermoso. El presidente de la RFEF se ha justificado y ha llegado a asegurar que el beso fue "espontáneo, mutuo y consentido". Sus explicaciones han generado la reacción de la ministra de Igualdad, de Ione Belarra y de Yolanda Díaz.
Sus explicaciones sobre el beso
"Ella fue quien me subió en brazos, me acercó su cuerpo, nos abrazamos. Le dije: 'olvídate del penalti, has estado fantástico, sin ti no hubiéramos ganado el Mundial'. Ella me contestó: 'eres un crack'. Y yo le dije 'un piquito' y me dijo 'vale'", explicó Rubiales dentro de su versión para justificar su comportamiento.
Ante este relato, la ministra de Igualdad ha asegurado que "el silencio no ha funcionado y tampoco funcionará desacreditar a la víctima, a sus redes de apoyo y a la demanda social feminista por la garantía del derecho a la libertad sexual. Solo sí es sí".
Belarra dice que el discurso de Belarra es "mafioso"
"El consentimiento no lo decide el agresor, lo decide la mujer. El discurso violento, mafioso del señor Rubiales no funcionará contra un país que ya ha cambiado. Todo el mundo sabe ya la clase de hombre que es", ha dicho
la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra.
Yolanda Díaz dice que el Gobierno debe actuar
La vicepresidenta segunda también se ha pronunciado y ha pedido que el gobierno actúe contra Rubiales. "Lo que hemos visto hoy en la Asamblea de la Federación es inaceptable. El Gobierno debe actuar y tomar medidas urgentes: se acabó la impunidad para las acciones machistas. Rubiales no puede seguir en el cargo".
La vergonzosa frase de Rubiales sobre las mujeres agredidas sexualmente
Rubiales ha mencionado a Yolanda Díaz, Irene Montero y a Echenique durante su discurso y ha dicho que están tratando de asesinarle públicamente por denunciar el beso a Jenni Hermoso y ha anunciado que va a emprender acciones contra esas personas.
Además, sobre las palabras que han utilizado las ministras para referirse al beso, como "vejar" o "agredir", "violencia sexual", se ha atrevido a mencionar a las mujeres agredidas sexualmente y ha espetado: "Por dios, qué pensarán las mujeres de verdad que han sido agredidas sexualmente". Con esta frase intenta minimizar el abuso de poder que supone el beso a hermoso y a diferenciar entre mujeres que sí son agredidas y mujeres que no.