El Real Madrid disputa este sábado una nueva final de Champions que puede hacerle seguir agrandando su leyenda como equipo con más títulos en la historia de esta competición. A un paso de la Decimoquinta, el equipo blanco está viviendo un ciclo histórico que podría prolongar conquistando su sexto título en diez años y que podría encumbrar a un grupo de jugadores al olimpo de futbolistas con más Copas de Europa en la historia del fútbol.
El mítico estadio de Wembley será el escenario de la primera final del Real Madrid en tierras inglesas. Sí que ha disputado varias en Reino Unido, donde ha levantado tres de sus catorce orejonas hasta la fecha: dos en Glasgow (Escocia) y una en Cardiff (Gales).
Los madridistas llegan este año como grandes favoritos a la final. Más que nunca, quizás, por la diferencia de calidad entre ambas plantillas, aunque desde el club huyen de la etiqueta. "Todos nos dan como favoritos, pero nosotros no pensamos así. El partido está al 50%", decía Luka Modric este viernes en la previa.
Llegan a este partido sin conocer la derrota en esta edición de la Champions. Tras firmar una impoluta fase de grupos, consiguiendo seis victorias en seis partidos, el Real Madrid eliminó a Leipzig, Manchester City y Bayern en su camino hasta Wembley.
Con Courtois y sin Tchouameni
Tendrá Carlo Ancelotti a prácticamente toda la plantilla disponible de cara al partido más importante del año después de una temporada marcada por las graves lesiones. Y es que hasta tres futbolistas de la primera plantilla han sufrido este año roturas del ligamento cruzado en la rodilla, aunque dos de ellos, Courtois y Militao, han conseguido recuperarse para el tramo final de la temporada.
El belga será precisamente el portero titular, así lo confirmó Ancelotti el viernes en rueda de prensa, después de haber jugado apenas cuatro partidos de Liga. Mostrando, eso sí, muy buen nivel. Más complicado lo tendrá el brasileño, que no se espera que forme parte del once inicial.
La duda en la portería era razonable, especialmente tras el buen nivel mostrado por Andriy Lunin en cuartos y semifinales. El ucraniano supo darle la vuelta a su situación a mitad de temporada cuando arrebató a Kepa la titularidad, y se ha hecho dueño de la portería madridista hasta la vuelta de Courtois, pero finalmente una gripe en estos últimos días le ha tenido entre algodones y no ha podido entrenar con el grupo. Tal es así, que ha permanecido aislado del resto de sus compañeros y no será hasta este sábado cuando llegue a Londres para vivir la final desde el banquillo.
Otra de las bajas que tendrá Ancelotti será la Aurelien Tchouaméni, que a pesar de que se ha dejado ver al inicio del entrenamiento de este viernes, tampoco se ha entrenado con el resto de sus compañeros. El francés sufrió un problema de estrés en el pie izquierdo que le mantendrá fuera.
No estará tampoco David Alaba, el tercer futbolista afectado por una rotura del ligamento cruzado de su rodilla esta temporada. El austriaco se lesionó más tarde que Courtois y Militao y continúa aún con su proceso de recuperación.
La despedida de Kroos y ¿Nacho?
Será un partido especial para Toni Kroos, y no precisamente por ser su quinta final de Champions como madridista. El alemán ha anunciado que la final de Champions será su último partido con el Real Madrid y que dejará el fútbol tras la Eurocopa que disputará con Alemania este próximo verano.
El Santiago Bernabéu ya despidió al alemán rindiéndole un precioso homenaje tras el último partido de Liga ante el Betis, pero ahora podría hacer historia ganando su quinta Champions como madridista (la sexta de su carrera) y alcanzando el récord histórico de Paco Gento como jugador con más Copas de Europa.
Ese récord de Gento también podría igualarlo Nacho, que afronta su primera final de Champions como capitán del Real Madrid. El central, aunque él no lo ha confirmado, también podría estar viviendo sus últimos días como madridista, ya que termina contrato el próximo 30 de junio y aún no se sabe cuál será su futuro.
Dani Carvajal y Luka Modric son los otros dos futbolistas de la plantilla madridista que podrían pasar a la historia igualando las seis Copas de Europa ganadas por Gento.
Bellingham, ante su ex equipo
Será también la primera final de Champions para Jude Bellingham, que además se medirá a los que el año pasado eran sus compañeros y lo hará en su Inglaterra natal.
La joven perla madridista ha sido una de las sensaciones de la temporada en el mundo del fútbol y a sus veinte años se ha convertido en uno de los líderes del Real Madrid.
Se da, además, la paradoja de que el Borussia Dortmund podría ingresar incluso más dinero en caso de perder la final por las variables incluidas en el fichaje del inglés.
En el traspaso se incluía un bonus de 25 millones de euros si el Real Madrid consigue ganar la Champions, por lo que si el equipo alemán pierde recibiría 40,5 millones de euros (25 por Bellingham y 15,5 por ser subcampeón); mientras que si gana recibiría los 20 millones de euros que otorga la UEFA al campeón.
El Dortmund sueña con la segunda
El Borussia Dortmund buscará repetir la hazaña de 1997, cuando levantó en el Olímpico de Múnich su única Copa de Europa ante una Juventus en la que había jugadores de la talla de Didier Deschamps, Zinedine Zidane, Christian Vieri o Alessandro Del Piero.
El equipo alemán ha sido el tapado de esta Liga de Campeones y ha ido superando fases sin hacer mucho ruido hasta llegar a la gran final. El sorteo les emparejó en el grupo de la muerte junto a PSG, Milan y Newscastle, y acabó primero. En octavos eliminó al PSV, en cuartos tuvo que remontar en Alemania para terminar eliminando al Atlético de Madrid, y en semifinales ganó los dos partidos al PSG de Kylian Mbappé.
Con un estilo de juego vertical y basado en la presión, tienen en Julian Brandt a su mejor futbolista. El alemán, rodeado de futbolistas como Sabitzer, Sancho, Adeyemi o Fullkrug puede poner en serios problemas a la defensa madridista.
El partido tendrá, además, una carga bastante emotiva para un Borussia Dortmund que también despide a dos de sus leyendas de la última década: Marco Reus y Matt Hummels, los dos únicos supervivientes de la final de 2013 en la que cayeron, precisamente en Wembley, ante el Bayern.
