El rey de la Champions no ha fallado a su cita con las finales. El Real Madrid se ha impuesto a todas las dificultades, con un Liverpool que demostró su poderío desde el minuto 1: presión alta y la frescura en ataque habitual, inquietando a Courtois desde los primeros compases del duelo.
Precisamente, Courtois se agigantó como en otra de sus grandes noches: fue determinante en todo momento y desesperó a los atacantes del Liverpool. Sin fisuras, el belga no concedió ni un balón y permitió a los blancos mantenerse a flote en París.
El guión se mantuvo la primera mitad y parte de la segunda. El Liverpool protagonizó un vendaval, con acercamientos constantes sobre Courtois, y dejó vivo a un Real Madrid que cuando la tuvo no perdonó: en el 58', una carrera de Fede Valverde por banda finalizó con un centro chut sobre Vinicius para que el brasileño rematara a placer y pusiera el 0-1.
Enorme Courtois
Klopp intentó remover el partido con los cambios ofensivos de Keita y Firmino por Thiago y Henderson, pero nada pudo detener a un enorme Courtois. El Madrid supo aguantar los minutos finales, como el de un equipo con carácter campeón que sabe gestionar a la perfección los compases de una final y que agrandan su leyenda.
La Decimocuarta es Real. Otra Champions histórica para el Real Madrid, una edición que quedará para siempre en las retinas madridistas por las remontadas ante PSG, Chelsea y Manchester City, y una nueva Orejona en las vitrinas del Santiago Bernabéu.