El Real Madrid deja atrás el empate en el primer derbi madrileño del Wanda Metropolitano y apartó por momentos su mala situación liguera, a diez puntos del Barcelona, para poner su mente en el APOEL y el inminente encuentro de la Champions que comenzó a preparar con sus suplentes.
Horas después de ver como su situación en LaLiga se complica aún más con el empate ante el Atlético de Madrid, la plantilla madridista cambió el chip para pensar en la Champions y su visita del martes al APOEL.
Sin Sergio Ramos, que se sometía a pruebas que confirmaban la fractura de los huesos propios de la nariz, los que fueron titulares en el Metropolitano completaron una sesión de recuperación con suave carrera sobre el césped para soltar las piernas antes de la parte de fisioterapia.
Con más intensidad trabajaron los suplentes del derbi y los no convocados -Acrhaf Hakimi y Marcos Llorente-, en un grupo en el que cada vez mejora más su físico el croata Mateo Kovacic que ya ve de cerca su vuelta a los terrenos de juego y podría ser una de las novedades de Zinedine Zidane en la convocatoria para viajar a Chipre.
El portero costarricense Keylor Navas completó una parte de su entrenamiento con el grupo, junto a los juveniles Moha y Darío, antes de seguir en solitario con su preparación.
Siguen al margen Luca Zidane, que se recupera de su intervención de hombro, y el galés Gareth Bale, quien prosigue con su plan específico de su último percance muscular con el objetivo de regresar a finales de semana a la dinámica de grupo.