El Real Madrid se impuso (1-3) al Levante en el estadio Ciutat de València en un partido sin alardes y con poco fútbol del equipo del equipo de Zinedine Zidane ante el colista de la categoría, que a pesar de su inferioridad técnica nunca entregó el partido.
Los dos primeros goles madridistas llegaron en una primera parte insulsa del conjunto madridista gracias a un penalti y a un gol en propia meta del portero local, si bien fue en la segunda parte cuando el Madrid mostró su mejor cara aunque sin poder rematar el marcador.
El Levante inició el partido con una fuerte presión sobre el Real Madrid que le llevó a tener dos buenas ocasiones de gol en los primeros minutos en las botas de Giuseppe Rossi, especialmente la primera, que obligó a Keylor Navas a realizar una gran intervención para atajar el balón en dos tiempos.
La presión le duró poco al Levante, si bien el Real Madrid se mostraba espeso en su juego y sin inquietar la portería de Mariño, que veía como los acercamientos del equipo de Zinedine Zidane eran controlados por su defensa. Poco a poco el Madrid se fue imponiendo en el centro del campo pero sin llegar a asediar la meta local, hasta que el partido se volvió loco con tres goles en cinco minutos.
Un penalti de Lucas Orban a Lucas Vázquez fue transformado por Cristiano Ronaldo en gol a los 34 minutos para abrir el marcador y cuatro minutos después un disparó de Borja Mayoralgolpeó el poste y Mariño lo introdujo en su portería en el rechace tras darle en la espalda.
Parecía que el partido se le ponía muy favorable al Real Madrid, pero un error de Casemiro al despejar el balón fue aprovechado por Deyverson para batir a Keylor Navas y acortar distancias en el marcador a seis minutos del descanso y dar alas al Levante en los compases finales del primer tiempo.
Al igual que en el primer tiempo, el Levante salió con fuerza pero de nuevo se repetía el guión y el Madrid logró sacudirse la presión. James, Nacho y Mayoral pusieron en aprietos a Mariño pero no tuvieron suerte ante la portería rival.
Además, un tiro al palo de Cristiano se unió a este acecho a la meta del equipo valenciano, que vio como el equipo de Zidane mejoraba en este segundo tiempo y apenas le dejaba salir de su campo.
El partido encaró su recta final con un Madrid superior, pero que no lograba el gol que sentenciase el choque ante un Levante agazapado que buscaba su única opción de lanzar un contragolpe ante un rival bien ubicado y que penas le dejaba resquicios para intentarlo.
Sólo en los compases finales el Levante buscó más abiertamente la portería madridistas y dio un par de sustos a un acertado Keylor Navas en las botas de Rubén García y Medjani, sin embargo fue el Real Madrid el que el tiempo añadido redondeó el marcador con un gol de Isco.