Real Madrid y Liverpool han llegado al partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones con la clara influencia del 2-5 En la ida. El primer ejemplo, el planteamiento ofensivo que propuso de inicio el técnico alemán Jürgen Klopp con cuatro hombres en el ataque.
E los primeros compases no le ha salido bien la apuesta. Han sido los de Ancelotti los que han llevado todo el peso con varios avisos. El más serio, un disparo de Camavinga que se ha estrellado en el larguero tras una espectacular intervención de Alisson. El brasileño ha vuelto a ser decisivo para sacar una milagrosa atajada a u disparo a bocajarro de Vinicius. El madridista parece que ante el Liverpool saca siempre su mejor versión. La más clara de los de Klopp la ha tenido Darwin que se ha encontrado con Courtois. La primera parte se ha movido al ritmo de lo que ha querido Toni Kroos.
Se le acaba el tiempo a los ingleses. La segunda parte ha arrancado con un aviso pero de nuevo el Real Madrid es el que ha llevado más peligro ha llevado en el inicio. Valverde ha podido sentenciar la eliminatoria pero ha perdonado frente a Alisson con un blando disparo después de que el balón se le quedara encima. Luka Modric dejaba un regate con un sombrero de foto a Arnold. Su centro templado llegaba a la frente de Valverde. De nuevo al uruguayo se le escapaba el gol por poco. Lo merecía el Real Madrid.
Vinicius seguía con su particular castigo a la defensa del Liverpool. En una muestra de todas sus habilidades ha dejado a Benzemá en posición de claro disparo. El francés seguía desacertado y la mandaba a las nubes. El reloj corría a favor del Real Madrid y el partido entraba en un intercambio de golpes arriesgado porque pese a la ventaja, un gol de los rojos podría suponer nerviosismos en el tramo final.
Pero se ha solventado cualquier duda. Camavinga ha filtrado un pase clave a Benzemá. Tras un rebote el balón ha caído a Vini que no ha acertado a rematar pero si a asistir de nuevo al GALO para que a puerta vacía marque el primero del encuentro. De nuevo el Real Madrid en Champions ha encontrado una versión muy convincente. El balón de estrellas les transforma.