La Real Sociedad no da su brazo a torcer en la lucha por clasificarse para la Liga de Campeones y en un partido muy serio y con poca oposición del Getafe logró tres puntos de importancia gracias a los goles de Mikel Oyarzabal en el descuento del primer tiempo y de Takefusa Kubo en el segundo tiempo.
Los donostiarras llevaron la iniciativa durante los primeros 45 minutos, aunque estuvieron maniatados por los hombres que entrena Quique Sánchez Flores, las ocasiones de gol simplemente no existieron y todo conducía a un escenario con un marcador mínimo.
La Real se volcó más en cambiar el luminoso, lo pudo lograr con un centro chut de Gorosabel que no fructificó por poco y tendría que esperar casi al final de la primera parte para que empezaran las emociones fuertes.
Una entrada de Djené a Mikel Oyarzabal, que el internacional protestó con energía hasta convencer a Melero López de revisarla por el VAR, supondría el primer cartucho para los donostiarras ya que el árbitro andaluz pitó la pena máxima que el internacional no supo resolver al ganarle David Soria la partida.
Parecía que iba a ser un golpe anímico de calado para el conjunto txuri urdin, algo que no permitió David Silva, quien en la siguiente jugada habilitó a Brais Méndez para dejarle expedito el camino al gol, el gallego se encontró nuevamente con Soria pero ahí estaba Mikel Oyarzabal, muy oportuno, para marcar de cabeza y lograr el tercer tanto tras salir de su grave lesión de rodilla.
El trabajo estaba encarrilado para el conjunto de Imanol Alguacil, experto en sostener resultados favorables, por lo que la segunda mitad mantuvo la iniciativa aunque guardando la ropa ante un equipo madrileño que tampoco generaría excesivo peligro a los guipuzcoanos.
El encuentro se resolvió definitivamente a media hora para el final, Mikel Merino se sumó al ataque para dar un gran pase a Kubo que el japonés no desaprovechó para batir a Soria y culminar una gran jugada txuri urdin.
El Getafe no lo intentaría, o la Real no le dio opción alguna para ella, y el resultado nunca estuvo en peligro por lo que la afición local vivió un final mucho más plácido de lo esperado ante la buena racha ahora cortada del equipo madrileño.