El encuentro dio sus primeros pasos de un modo muy parejo, con dos equipos dispuestas a construir desde el control que le brinda a uno tener el porcentaje de posesión a su favor.
Es entonces cuando surgen los llamados "más listos de la clase", en este caso Aihen Muñoz, quien con un gran esprint llegó a campo rival para sacar rápido de banda, combinar con un Ander Barrenetxea que le filtró un buen pase para que éste centrase y Diego Llorente marcase en propia puerta.
En ese contexto de verse por detrás en el marcador, el Betis quiso engancharse de nuevo al encuentro, de hecho, gozó de buenas llegadas a través de cuatro saques de esquina casi consecutivos bien sacados que no encontraron el premio final.
Y cuando mejor imagen ofrecía el conjunto verdiblanco, llegó la entrada del VAR por un penalti sobre Mikel Oyarzabal que señaló Francisco José Hernández Maeso después de ver la jugada repetida. No falló el capitán txuri urdin y puso el encuentro muy de cara para los locales.
Sin ganas de rendirse, casi logra Vitor Roque recortar distancias tras infiltrarse al contraataque entre las filas realistas, aunque reculó bien Nayef Aguerd para rebañarle la bola al brasileño.
Al regreso de los vestuarios, sorprendentemente, se vio un partido bastante calmado, algo que claramente benefició a la Real frente a un Betis que no demostró suficiente garra.
Es más, la primera jugada real de peligro llegó en el minuto 72, con un cabezazo de Cedric Bakambu que se fue por encima del larguero defendido por Álex Remiro.
Con pocas armas mostradas por el conjunto visitante, el partido no dio para más y se consumó un más que merecido 2-0 a favor de los realistas. La Real escala a la novena posición de la tabla con 21 puntos, puesto que roba al Betis que se queda décimo con 20 puntos.