Salah, que se retiró del estadio Olímpico de Kiev llorando con el hombro izquierdo maltrecho tras caer en mala posición en una pugna con Sergio Ramos, admitió en un mensaje publicado en su cuenta oficial de twitter que había sido "una noche muy dura".
"Pero soy un luchador. Pese a todo confío en que estaré en Rusia para haceros sentiros orgullosos", indicó a los seguidores egipcios, que, en el momento de la lesión y la salida del jugador del campo, temieron que su gran estrella no iba a estar en el Mundial.
"Vuestro cariño y apoyo me dará la fuerza que necesito", apuntó la gran figura de los 'faraones' que dirige el argentino Héctor Cúper.