La selección española sub-21 de fútbol respondió en su primer partido en el Europeo de la categoría a la condición de una de las favoritas al título y ganó este miércoles con claridad a Rumanía (0-3), que ejerce como anfitriona del torneo junto a Georgia, gracias a los goles de Álex Baena en el minuto 56, Juan Miranda en el 62 y Sergio Gómez en el 95 que le hacen arrancar como líder del Grupo B.
El empuje de su público no le valió para ser protagonista a Rumanía, aunque sí como combustible para aguantar en la primera parte el dominio español. 4-5-1 de los rumanos y sin presionar la posesión de una selección española que encontró en Rodri Sánchez a su principal vía para generar peligro.
El jugador del Betis, titular en los tres partidos que ha dirigido Santi Denia, aprovechó su gran desborde y el jugar a pierna cambiada, escorado en la banda derecha, para ser el mejor del encuentro.
Buscando el desgaste de la defensa rumana
Planteó a fuego lento el encuentro el técnico de Albacete, buscando el desgaste de la defensa rumana, que acabó llegando a partir de los 30 minutos, y con disparos lejanos.
Lo intentaron desde lejos Álex Baena, Rodri Sánchez y Antonio Blanco, pero sin suerte. Como le pasó a un Abel Ruiz que dispuso de la mejor ocasión de la primera mitad en el minuto 44.
El delantero y capitán remató en falso un balón dentro del área pequeña, con el portero rumano superado, y mandó el balón fuera tras una gran jugada individual de Rodri.
El descanso le sirvió a España para reponer fuerzas y aumentar aún más el ritmo
Entró Víctor Gómez por Arnau Martínez y, siendo un teórico lateral derecho, pasó a ser un extremo más. Y le funcionó el cambio a Santi Denia.
Un centro raso medido del futbolista del Sporting de Braga, tras una descarga perfecta de Rodri Sánchez, al punto de penalti para la entrada de Álex Baena, quien definió de primeras con calidad para poner el 0-1 en el minuto 56.
Encontró el premio a su insistencia España y cayó la resistencia de una Rumanía que no podía salir de su campo, sin oxígeno, superada en todo momento y con el guardameta español Arnau Tenas como un espectador de lujo sobre el césped.
No bajó el pistón España y amplió el marcador solo seis minutos más tarde del 0-1. Abel Ruiz se quitó una parte de su penitencia por el gol fallado e hizo gala de una de sus grandes cualidades, como es el juego de espaldas. Aguantó dentro del área el esférico, encontró a Sergio Gómez y este esperó la subida de Juan Miranda desde el lateral izquierdo, quien entró sin oposición para doblar la ventaja.
No se conformó con el 0-2 España y buscó un gol más para, después e la victoria 2-0 de Ucrania frente a Croacia, ponerse líder del Grupo B. Y lo logró en el último segundo de partido.
Tras un mano a mano errado de Abel Ruiz en el minuto 78 y otras dos ocasiones claras de Aimar Oroz, en el 80 y el 84, en las que no estuvo acertado en la definición, fue Sergio Gómez quien, en un disparo de falta que rozó en la barrera, hizo el 0-3 definitivo en el minuto 95.
