El derbi Sevilla-Betis que se disputará en el Ramón Sánchez Pizjuán lo afrontan los dos equipos sin una especial presión en la clasificación, pese a disputarse a falta de cuatro jornadas para la conclusión del torneo, pero con la misma intensidad de siempre entre los eternos rivales.
Los béticos respiraron tranquilos tras vencer en el Villamarín (1-0) a la UD Las Palmas y, con 41 puntos, tienen cumplido el objetivo de la permanencia en esta temporada de su reencuentro con la máxima categoría, por lo que ahora la meta es quedar lo más alto posible en la tabla.
El derbi hispalense no es un partido más y vencer para los del barrio de Heliópolis en el de Nervión sería un gran colofón a una temporada en la que ha llegado algún que otro sinsabor y que incluso propició la destitución del técnico Pepe Mel. Los béticos como locales empataron a cero en la primera vuelta ante los sevillistas y después cayeron en los octavos de final de la Copa del Rey con un decepcionante global de 6-0, en un 0-2 en el Villamarín y un rotundo 4-0 en la vuelta del Pizjuán.
Además, ese partido en el estadio sevillista disputado el pasado enero fue el debut de Juan Merino al frente de la primera plantilla tras ascender del filial, y ahora, con los deberes hechos, el técnico linense criado en el Betis futbolísticamente vuelve al Pizjuán con todas las ganas.
Merino ha preparado con mimo este partido, tanto al cuidar a sus jugadores lesionados como a los que estaban apercibidos de sanción, y dispondrá de un 'once' de garantías y con la moral alta después de haber sumado siete puntos en las tres últimas citas. A este equipo titular no podrá volver el lateral izquierdo peruano Juan Manuel Vargas, que sigue sin encontrarse en plenitud física, pero sí el lateral derecho Martín Montoya, recuperado de su lesión.
Otra dinámica es la sevillista porque en la Liga solo llevan un punto de los últimos quince disputados y la pelea por el cuarto puesto se le ha puesto imposible, por lo que ahora queda, al menos, asegurar la séptima plaza, que tienen con 49 puntos, puesto que le aseguraría estar una campaña más en Europa al ser finalista de la Copa del Rey que le medirá al Barcelona el próximo mayo.
Ese partido, y el caminar por la Europa League, parece que han desconcentrado a los de Unai Emery en el torneo doméstico, en el que como visitante son los únicos de Primera que aún no han ganado y que incluso ha hecho que pierda su espectacular poderío como local al pinchar en sus dos últimos partidos -Real Sociedad (1-2) y Deportivo (1-1), tres si se incluye el continental ante el Athletic Club (1-2) aunque se superara la eliminatoria en la tanda de penaltis.
El técnico guipuzcoano también tiene en la recámara la cita del próximo jueves en Ucrania ante el Shakhtar Donetsk, ida de las semifinales de la Europa League, aunque para recibir al Betis es presumible que emplee a todo su arsenal disponible.
Pese ello hay tres titulares indiscutibles que serán baja por dolencias físicas, el extremo canario Vitolo, el lateral izquierdo francés Benoit Tremoulinas y el central francés Adil Rami, éste después de caer lesionado el pasado miércoles en Gijón ante el Sporting (2-1). Por contra, tres jugadores que fueron bajas en El Molinón por mermas físicas, el delantero francés Kevin Gameiro, el mediapunta José Antonio Reyes y el centrocampista danés Michale Krohn-Dehli, se incorporaron el viernes al trabajo del grupo y parece que están para el derbi, aunque Emery apurará hasta el final para conocer el estado de sus jugadores.