El Sevilla afronta en su torneo fetiche el partido más ilusionante de una mala temporada, en la que, aunque ya más tranquilo, sigue en la lucha por evitar el descenso. Lo hace con la prudencia que exige un gigante tan laureado en Inglaterra, en el mundo y en Europa como el United.
Los sevillistas se aferran al apoyo de un Sánchez-Pizjuán que será una auténtica olla a presión para volver a soñar. Mendilibar, que ha mejorado a un equipo que estaba perdido, tiene a toda su gente disponible, salvo el medio Joan Jordán, lesionado; el lateral argentino Gonzalo Montiel, sancionado; y los dos no inscritos en Europa, Pape Gueye y 'Tecatito' Corona.
El United perdió la oportunidad de sentenciar la eliminatoria en casa y ahora se enfrenta a una trampa multiplicada por las lesiones: son baja los dos centrales titulares, Lisandro y Varane, y está en el aire la presencia de McTominay, Shaw, Sabitzer y Rashford. El que seguro no estará es el luso Bruno Fernandes, que cumple ciclo de amarillas.