El conjunto gijonés de Abelardo reaccionó en la segunda mitad, logró la igualada, pero se quedó a medio camino, porque no logró culminar la remontada ante un conjunto amarillo que careció de la clarividencia de otras ocasiones para terminar las jugadas.
Y eso que el equipo isleño tuvo un inicio de encuentro soñado, pues sigue convirtiendo en oro todo lo que toca. Su primer remate entre palos acabó en la red. Y fue además un gol tempranero (m.3), para abrir el partido y tirar abajo la salida visitante.
Llegó en una acción a balón parado, cuando Tana sacó una falta y Bigas cabeceó en el segundo palo para superar a Cuéllar.
Quedó tocado el Sporting, pero no hundido. Tardó en reaccionar del mazazo, pero tuvo varias apariciones en el área rival, por empuje y orgullo. También por necesidad, la que le obliga su delicada situación clasificatoria.
Luis Hernández, con un remate de cabeza que golpeó en el travesaño, y Jony, con un disparo alto, avisaron en los primeros diez minutos. Parecía que el partido iba a tener ritmo y llegadas a ambas áreas, pero el encuentro se fue apagando.
El panorama para Las Palmas era el ideal: con ventaja en el marcador, espacios para sorprender y un rival que pareció encogido por su necesidad.
Los amarillos se hicieron con el balón y pudieron aumentar su renta con un disparo de Tana, pero sobre todo en las botas de Jonathan Viera. Cuéllar le desvió una falta que buscaba la red, y también le fue anulada una jugada que acabó en gol por una posición dudosa, tras pared con Vicente Gómez.
Al descanso se llegó con esa madrugadora ventaja de los canarios y, más que el gol de renta, la sensación de control por parte del conjunto de Quique Setién ante un adversario desconectado.
Abelardo trató de remediar esa desconexión con la entrada de Halilovic en la segunda parte. Tras un contraataque de dos contra uno que no supo finalizar Roque, el Sporting encontró el empate en una galopada individual de Jony, que finalizó de disparo cruzado en carrera con el uruguayo Lemos.
Sanabria falló una ocasión clarísima, tras quedarse solo ante Varas, en posición correcta, y disparar fuera, tras pase de Halilovic. Perdonó el equipo rojiblanco ante la desesperación de Abelardo en un titubeante inicio de la segunda parte de los amarillos.
Más entero el equipo rojiblanco, asumió algunos riesgos en busca de los tres puntos, convirtiendo el partido en un ida y vuelta, pero también apareció el cansancio de unos y otros.
Varas hizo una gran parada a disparo de Halilovic en un balón suelto, en el minuto 78, pero ya no tuvo que intervenir más pese a las llegadas de los visitantes, que debieron conformarse con un empate, un premio de consolación.
