Osasuna firmó la tercera victoria de la temporada para asentarse en las primeras posiciones a costa del Rayo Vallecano gracias al tanto in extremis de Rubén García tras una gran jugada de Abde que deshizo el empate que ambos equipos dejaban hasta ese momento.
La inercia ganadora de Osasuna en casa invitaba a ver un partido atrevido de los rojillos para demostrar a su afición que este año quieren hacerse fuertes en El Sadar. Para ello, Arrasate repitió con diez de los onces futbolistas que salieron de inicio ante el Betis, mostrando así su confianza en un bloque sólido que, de momento, ha mostrado pocas fisuras.
El Rayo pidió penalti sobre Camello tras un golpe de Torró sobre su cara, pero ni Muñiz Ruiz ni el VAR lo consideraron punible. El inició de Osasuna fue arrollador, muy vertical, llegando a la portería de Dimitrievski con asiduidad.
Aimar tuvo una ocasión clarísima, pero el canterano no llegó a enganchar bien su disparo en boca de gol.
El control era local con un Aimar que cada vez que pedía el balón frotaba la lámpara para inventarse un pase que nadie imaginaba. El problema estaba en el tejado del Rayo. No lograba mantener la posesión y a la hora de circular les costaba horrores llegar con claridad al área contraria.
A diez minutos del final el Rayo empezó a carburar de manera muy lenta. Salvi se tiró al suelo durante un contragolpe, sintiendo un pinchazo que le impidió continuar durante la segunda mitad. Osasuna estaba dentro del partido y tan solo le faltaba más acierto cerca de la línea de meta.
Una acción fortuita nada más reanudarse el choque precipitó la salida de Darko por Torró. El mediocentro de Osasuna no pudo recuperarse y dio lugar a la entrada del serbio.
El colegiado si vio penalti sobre Álvaro, pero la realidad fue que completamente distinta tras revisar el VAR. El rayista pisó a Nacho Vidal, siendo así anulado el lanzamiento y amonestado el jugador visitante.
Darko fue el hombre que ganó la linea de fondo tras un pase en profundidad de Juan Cruz que terminó en gol. Puso un centró al primer palo, lugar donde se encontraba Aimar. El mediapunta realizó un giró de cadera para poner el balón al palo largo, una acción con ritmo que fue finalizada con gran maestría por el canterano. El ‘Pajaro’ está de dulce y ahora mismo es indiscutible para Arrasate. El equipo baila bajo su varita.
El Rayo quiso volver a jugar, pero no fue ahí donde lograron sacar petróleo. Lejeune hizo el empate tras sacar él mismo la falta desde la esquina del área.
Ni Budimir y Sergio Herrera interceptaron el lanzamiento. Quedaban 15 minutos y la emoción aumentaba. Los cambios de Osasuna no surgieron el efecto que Arrasate esperaba. Abde, quien en su primera opción no tuvo éxito, siguió intentándolo. El marroquí realizó una jugada poco menos que maradoniana en el 90, regateando, pisando en balón al estilo fútbol sala y poniendo un centro raso para que Rubén García hiciera explotar a los 19.000 rojillos que se dieron cita.
Finalmente, Osasuna venció nuevamente para seguir invictos en su estadio y alcanzar la cuarta posición con 9 puntos a una semana de visitar al Almería en Andalucía.