El comité ejecutivo de la UEFA anunció el nuevo plan de control económico que se aplicará a los clubs y que sentará sus pilares sobre la solvencia, estabilidad y control del coste, y limitará el gasto en salarios, transferencias y honorarios de agentes al 70% de los ingresos del club.
Esta nueva normativa comenzará el 1 de junio de 2022, y tendrá una implementación gradual, ya que los equipos no podrán destinar más del 90% de sus ingresos a sueldos de los jugadores durante el primer año, un 80% durante el segundo y una vez comenzado el tercer año se alcanzaría el 70% que rige el plan.
Nuevo Fair Play, viejos problemas
Este nuevo proyecto no ha pillado a nadie por sorpresa. Era un secreto a voces que Aleksander Ceferin buscaba remodelar el modelo de Fair Play que estaba en vigor desde 2010. Pero los cambios introducidos parecen ser mucho menos ambiciosos que los que buscaba el esloveno años atrás.
El factor de la Superliga parece ser uno de los motivos por los cuales la nueva norma no ha sido tan estricta. Ceferin ha buscado mejorar las relaciones con los equipos que se adhirieron a aquella idea, y con la reforma los clubes con más ingresos podrán seguir gastando sin importar la procedencia del dinero. De este modo, los ricos con la nueva reforma seguirán manteniendo sus beneficios, y la UEFA de esta manera evita, de momento al menos, el abordar conflictos con los equipos-estado.