Los villarrealenses estuvieron sólidos, exhibieron las virtudes que les han llevado esta temporada a protagonizar una brillante campaña y pusieron de relieve todas las carencias de un Valencia que, tras una tímida reacción en jornadas pasadas, volvió a mostrar su peor cara.
A pesar de la importancia del partido para el Villarreal en su lucha por la cuarta plaza, Marcelino García Toral también pensó en el decisivo partido del próximo jueves ante el Liverpool y optó por las rotaciones y realizó numerosos cambios en su once habitual.
En los compases iniciales del choque fue el equipo de Pako Ayestarán el que llevó la iniciativa del juego y buscó más la meta rival, si bien fue el Villarreal el que abrió el marcador a los catorce minutos en su primer lanzamiento a portería.
Cuando mejor estaba jugando el Valencia, un balón de Roberto Soldado al área fue aprovechado por Samu García, que a pesar de estar rodeado de defensores locales resolvió con la derecha para poner el 0-1 en el marcador.
Tras el gol, el Valencia siguió con su domino estéril. Llegaba a la portería rival pero sin consecuencias para la portería de Areola, mientras que el Villarreal, muy ordenado y seguro, aprovecharía la segunda ocasión que se le presentó.
En una contra brillante Adrián, a los 32 minutos de juego, se plantaba sólo ante Alves para definir con serenidad ante la salida del guardameta brasileño.
Además, el Villarreal estuvo a punto de marcar el tercero a cinco minutos del descanso en una jugada muy bien hilvanada en la frontal del área pero el disparo de Soldado, tras un buen pase de Samuel, salió rozando el poste.
En la segunda parte, el Valencia buscó reaccionar, pero con más voluntad que calidad ante un rival seguro en sus acciones que apenas concedía ocasiones en su campo. Las continuas imprecisiones del Valencia contrastaban con la solidez y claridad de un Villarreal muy solvente.
Aunque el Valencia buscaba a toda costa acortar distancias en el marcador fue el Villarreal el que pudo marcar el tercero con un balón al palo en un disparo de Adrián, que fue el mejor jugador del partido, que tocó Siqueira.
Consciente de su control del partido y de la ineficacia de su rival, el Villarreal se dedicó a esperar con orden al rival en su campo con la idea de buscar algún contragolpe con el que aumentar su ventaja.
Si el panorama era malo para los valencianistas, con diez minutos aún por disputarse aún empeoró con la lesión de Cherishev, que había entrado en el minuto 59 y reaparecía hoy tras dos meses lesionado.
El partido no dio para más, con un Valencia en inferioridad numérica y un Villarreal reservando fuerzas para el decisivo partido del jueves en Anfield Road, que le puede dar el pase para la primera final de su historia en la Liga Europa.
