El Villarreal recuperó este sábado su buena dinámica como local al sumar ante el Deportivo Alavés tres puntos trabajados y que le salieron muy caros, ya que perdió durante el partido por lesión a Kiko Femenía y a Ilias Akhomach, autor del primer tanto.
El conjunto vitoriano cuajó una notable primera parte, en la que maniató casi por completo al Villarreal y dispuso de opciones para marcar, pero una genialidad de Ilias Akhomach, que poco después abandonó el campo lesionado en la rodilla, abrió el camino de una victoria que rubricaron, ya en el tramo final del encuentro, Parejo, de penalti, y Comesaña.
El equipo de Marcelino tuvo una notable puesta en escena. El Villarreal monopolizó la posesión del balón y sometió a un acoso al Alavés durante los primeros minutos, en los que dispuso de varias llegadas y saques de esquina.
Poco a poco, el conjunto vitoriano logró domar a su rival, al que amenazó con un juego directo y profundo. Guridi, tras una asistencia de Carlos Vicente, dio el primer aviso del Alavés.
El Villarreal, atascado en la zona de creación, perdió en el ecuador del primer periodo a Kiko Femenía por lesión. En plena reestructuración defensiva, el Alavés dispuso de su mejor ocasión en un remate de cabeza que tras el despeje de Conde se estrelló en el travesaño.
El equipo de Marcelino, con un fútbol lento y previsible, echó de menos la magia de Álex Baena, aislado en la media punta, y quedó atrapado en la presión del Alavés, que apenas pasó por apuros hasta que una genialidad de Ilias Akhomach rompió el equilibrio.
El extremo recibió un balón de Pépé en el interior del área para, a la media vuelta, batir la portería vitoriana con un disparo ajustado al palo.
El hispano marroquí, que dedicó su primer gol de la temporada las víctimas de la dana, apenas puso saborear el momento, ya que tres minutos después, en una acción en la banda, se lesionó de forma fortuita, tras un mal giro, la rodilla derecha, por lo que tuvo que abandonar el campo en camilla.
El Villarreal, en inferioridad numérica ya que Marcelino aguardó hasta el descanso para hacer el cambio, se refugió en su área para proteger la ventaja ante un Alavés que empujó, pero sin puntería.
El Alavés dio un paso adelante tras el descanso, lo que permitió al Villarreal gozar de más espacios para asociarse y explotar su contragolpe.
Cada acción ofensiva del Villarreal, ahora sí con presencia ofensiva de Baena y Ayoze, se convirtió prácticamente en una ocasión de gol. Pépé, uno de los destacados de su equipo, vio cómo el colegiado le anuló dos goles por fuera de juego.
Luis García Plaza intentó revitalizar a su equipo con la entrada de Jordán y Stoichkov, pero el Villarreal, a excepción de un remate de Carlos Vicente, apenas vio peligrar su portería.
El partido quedó resuelto a 13 minutos del final tras un extraño penalti, señalado por mano de Manu Sánchez, que transformó Parejo en gol. El equipo de Marcelino pudo respirar por fin tranquilo y aún tuvo tiempo de redondear la victoria con un nuevo gol, obra de Comesaña.