En 2018 un equipo de Berna ganó la liga suiza rompiendo la tiranía del Basilea, que duraba ya ocho años. Aquello supuso un hito y parecía un milagro que no podía tener continuidad. Pero cuatro temporadas después aquellos jóvenes cargados de ilusión y bien entrenados siguen coleccionando títulos nacionales y se pasean por Europa sorprendiendo a grandes incautos. No hay estrellas en el Young Boys, que no exporta talento como el Basilea y no ficha demasiado caro. La fortaleza de este equipo está en el trabajo, la inteligencia en el campo y la capacidad de adaptarse al rival y a las circunstancias. Para muestra, la victoria de la primera jornada ante el Manchester United.
Estilo: repliegue y paciencia
En la Champions no pueden jugar a los mismo que juegan en la liga nacional y eso hace del Young Boys un equipo un poco más defensivo, como mera reacción al rival. El Young Boys defiende intensamente y espera la ocasión para salir a la contra, o para pasar al ataque en bloque. Contra el Manchester United replegaron durante toda la primera parte, pero cambiaron radicalmente cuando los ingleses se quedaron con diez y se echaron atrás; así pasaron a dominar el segundo tiempo y el ataque sin tregua les dio frutos, una victoria que les sube de status en esta fase de la Liga de Campeones.
Estrella: Fassnacht
Es un extremo poco corriente; diestro, parte desde la banda derecha pero no suele buscar profundidad por su perfil, sino que hace diagonales y busca el remate a puerta con gran peligro. Es muy inteligente y sabe amoldarse a las circunstancias de cada partido, bien ayudando a defender, apoyando al centro o aprovechando el trabajo que le hace el delantero Siebatcheu.
Debilidad: falta de contundencia
O falta de nivel en las piezas clave. El Young Boys no es un elenco de estrellas y requiere de mucho trabajo para dominar los partidos y incluso para sobrevivirlos; pero el trabajo lo hace y muy bien. Pero en los detalles falla por falta de calidad, remates que van fuera o delanteros que se cuelan entre dos centrales que a menudo cometen fallos individuales. No es un mal equipo pero es difícil elegir un jugador fiable o fichable para un club de las grandes ligas europeas.